El cine colombiano recibió el 2022 con un duro golpe y es que, según confirmaron varios medios nacionales, el director Ciro Durán falleció en las primeras horas de este lunes 10 de enero. Motivo por el cual desde Infobae se recuerda parte de su destacada vida en el séptimo arte.
Aunque inició sus estudios universitarios en áreas como química y matemáticas, el santandereano de 84 años se vio atraído hacia las artes cinematográficas, por lo cual no dudó en estudiar cine y teatro en Caracas (Venezuela), donde se radicó por un largo periodo de tiempo.
De hecho, fue justo un año después de comenzar en la academia que Durán hizo su debut como director y productor con La Paga, una pequeña producción que se estrenó en tierras venezolanas, pero que finalmente le abrió las puertas en su país natal con Aquileo Venganza, una película que se estrenó el 22 de octubre de 1968 y contó con las actuaciones de Carlos Muñoz, Camilo Medina, Rey Vásquez, Orlando Galas y Bertha Matijasevich.
Esta historia, que se filmó en Villa de Leyva (Boyacá) y tiene su desarrollo en tiempos de la guerra de los mil días, cuenta la historia de un campesino que decide vengarse de bandoleros que roban sus recursos y los de quienes habitan en tierras aledañas.
Fue entonces cuando Ciro Durán decidió trasladarse de la capital venezolana a la colombiana, donde participó en la dirección de Corralejas de Sincelejo y Tayrona, dos documentales que le significaron gran reconocimiento internacional.
Ya con una mayor confianza y experiencia, el hombre oriundo del municipio de Convención (Santander) comenzó con la producción de Gamín, la película documental de 1977 que, a consideración de quienes lo siguen, es su mayor obra en el séptimo arte.
Cabe mencionar que esta cinta narra la vida de los niños que habitaban las calles de Bogotá en la década de los 70, quienes buscaban sobrevivir ante las más crueles situaciones que, entre muchas otras consecuencias, generaba un constante e inminente peligro para sus vidas.
Con crudas imágenes y dejando de lado la censura, Ciro Durán mostró a través de ‘Gamín’ una realidad que desconocían ciudadanos del mundo. Razón por la cual se llevó en 1979 el Premio Donostia a los Nuevos Realizadores y viajó a Alemania para dirigir Niños de dos mundos.
La guerra del centavo (1985) fue otra producción por la cual se laureó al fallecido cineasta, pues al retratar la estresada vida de los conductores de transporte en Bogotá, quienes competían y ponían su vida en riesgo por el afán de conseguir pasajeros, obtuvo ese mismo año el premio Bochica de Oro en el segundo Salón Internacional de Cine de Bogotá y el premio Chigüiro de Oro en la segunda edición del Festival de Cine del Desarrollo en Bogotá.
Ya para 1996, Ciro Durán despidió un siglo XX lleno de trabajo con la película de drama La nave de los sueños, en la que relató la experiencia de varios hombres oriundos de Buenaventura, quienes decidieron emprender un viaje vía marítima hacia Estados Unidos. No obstante, esta travesía les presenta varias dificultades que, inclusive, les pone a elegir entre salvar la vida de sus amigos o la suya propia.
Entretanto, la última producción que dirigió Ciro Durán fue La toma de la embajada (2000), una película basada en hechos reales de cuando el M-19 invadió la Embajada de la República Dominicana en Bogotá y secuestró a varios funcionarios internacionales, a quienes canjeó por presos políticos de su movimiento.
Protagonizada por Demián Bichir y Fabiana Medina, este filme también contó con la participación del fallecido Edgardo Román, Andrea Guzmán, Óscar Borda y otros grandes de la actuación en Colombia.
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