Por qué los aumentos en la comida se sienten más en las tiendas de barrio que en las grandes superficies

Los tenderos no pueden vender los productos al mismo precio de siempre, por supuesto, para generar ganancias, deben adaptarse a los valores de la mercancía desde aspectos externos

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Personas trabajan en una plaza de mercado en Soacha (Colombia), en una fotografía de archivo. EFE/Mauricio Dueñas Castañeda
Personas trabajan en una plaza de mercado en Soacha (Colombia), en una fotografía de archivo. EFE/Mauricio Dueñas Castañeda

La carestía en la compra de productos tiene a los colombianos buscando maneras para hacer rendir sus ingresos. La pandemia de coronavirus, durante primer semestre del 2020, fue el punto de quiebre para la población. Enero inició con cifras determinantes para lo que será el 2022. El día quinto del primer mes del año en curso, el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) reveló que la variación anual total del Índice de Precios al Consumidor (IPC), es decir, el costo de vida en Colombia, alcanzó el 5,62 % durante 2021. Expertos se dieron a la tarea de enlistar las razones por las cuáles la combra de bienes y productos se mantiene en altos costos.

“La gente se queja de que todo está caro, pero uno como tendero no puede comprar a 500 pesos para vender a 500 pesos”, dijo Alejandro Valbuena, un tendero que decidió hablar con el diario El Tiempo respecto a su perspectiva. Es importante tener en cuenta que, de por sí, algunos productos llegan con altos precios antes de arribar a la tienda, por lo que suben más de valor cuando son vendidos en estos espacios, pues son los tenderos quienes también reciben ganancias de ello.

Neisy Macías, propietaria de Red Restaurante y de Red Pizza Parrilla, por ejemplo, hacia diciembre del 2021, le dijo a Portafolio que el aumento en el costo de insumos había tenido que modificar el funcionamiento del negocio.

“Sobre todo en productos como las carnes, lácteos, la papa, el plátano y los desechables (...) Hemos tenido que pensar en estrategias, le subimos los precios a los productos que vendemos por este incremento en los insumos. Hemos tenido que hacer ajustes, si la carne está muy costosa nos toca reducir un poco las porciones que servimos”, detalló al diario económico.

Las tiendas de barrio, que según Fenalco, para agosto del 2021, eran unas 450.000, se convirtieron en las mejores aliadas de la población, pues era sencillo acercarse a ellas cuando se determinaron espacios de cuarentena obligatoria durante los primeros meses de la pandemia de coronavirus.

Algunos víveres esenciales subieron de precio durante estos meses y, de acuerdo con lo que detallan especialistas, muchos se mantendrán en esos valores, y no bajarán sustancialmente. La inflación, el IVA, los costos del dólar, el valor elevado de insumos y la crisis de contenedores son algunos de los factores que permiten esta subida de precios.

Imagen de referencia 
Colprensa
Imagen de referencia Colprensa

“En el primer trimestre vamos a tener fuertes presiones inflacionarias por la normalización en precios de rubros que cayeron por los días sin IVA, el salario mínimo y las presiones que se mantienen por cuenta de los alimentos. Así, la inflación se ubicaría por encima del 6 por ciento en los primeros meses y posteriormente cedería, pero quedaría por encima de la meta del emisor”, argumentó María Paula Castañeda, economista de BBVA Research, en testimonios recogidos por la revista Semana.

La papa, por ejemplo, de acuerdo con cifras del Dane, tuvo un incremento de precios de 111 %, la carne de res del 33,03 % y la leche de 12,79 %. Juan Daniel Oviedo, funcionario al frente de esa entidad, aseugrí que esto provocó “una inflación que se traslada a la comida por fuera del hogar, por lo que en el caso de restaurantes y hoteles la variación del IPC fue del 8,83 %”.

“Los alimentos consumidos al interior del hogar están aportando 36 puntos básicos a la variación mensual de la inflación”, agregó Oviedo.

“Las razones del alza son una normalización de precios por políticas implementadas por el gobierno, la indexación de precios a una inflación más alta, el incremento del salario mínimo muy por encima de la inflación (10,07 %) y un efecto rezagado de la reciente devaluación del tipo de cambio en los precios y el incremento internacional de los insumos”, recalcó Castañeda que, además, contrastó diciendo que, a pesar de que se prevé que se mantenga la inflación durante todo el primer semestre, Colombia tiene un panorama ‘alentador’.

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