El 12 de noviembre de 2021 se conoció el caso de María Paula Pizarro, médica que denunció haber sido agredida físicamente por Antonio Figueredo, cirujano cardiovascular quien era su pareja sentimental. Los hechos se desarrollaron en Bucaramanga.
Como informó Infobae el jueves 6 de enero pasado, Pizarro dio cuenta que, tras revisarle el celular, el médico la insultó para después golpearla. “Nos fuimos en el carro, yo estaba muy cansada y me quedé dormida. Cuando me levanté, él estaba revisando el celular completo, me dijo vagabunda y puta, me pegó el primer puño, me agarró del pelo y me botó al piso, me pegó un puño en el mentón. Entonces, me acostó y me quería ahorcar”.
Sus daños en rostro y cuerpo fueron evidentes (mordiscos en los senos, perforación en el tímpano y otras lesiones). Sin embargo, desde RCN Radio se comunicó este mismo jueves que Antonio Figueredo no irá a la cárcel, puesto que un juez con función de control de garantías optó por la medida de aseguramiento no privativa de la libertad.
Es de recordar que, además de ser imputado desde la Fiscalía por violencia intrafamiliar agravada por esta situación, el médico cirujano también tiene una denuncia por acceso carnal violento que data del año 2014, por el caso de Érika Plata, quien se desempeña como anestesióloga. Este caso volvió a sonar en vista de lo denunciado por Pizarro.
La versión de Antonio Figueredo sobre la violencia ejercida contra María Paula Pizarro
Desde la otra cara de la moneda, el cirujano habría tenido por respuesta ante la agresión cometida, que su expareja casi que le había pedido los golpes. Así las cosas, el acusado y su abogado pusieron a disposición los chats entre la entonces pareja. Vale aclarar que esta información fue compartida por Semana tras acceder a la audiencia de imputación de cargos, y el mismo medio argumenta que dichas conversaciones: “no dejaban entrever una violencia desbordada como se dio en este caso”.
Por otro lado, también da mucho de qué hablar la decisión por parte del juez de no imputarle el cargo a Figueredo de acceso carnal violento, que también suena en este caso. Las razones detrás de la decisión fueron que la víctima voluntariamente asistió al motel que posteriormente pasó a ser el escenario de la trágica situación, la demora de una semana que tuvo para imponer su denuncia al respecto y la ausencia de pruebas.
Entonces, en vista de la violencia intrafamiliar agravada comedita por parte de Antonio Figueredo, el juez solicitó que hiciera tratamiento psicológico, no viajar al exterior y mantenerse alejado de María Paula Pizarro. Y aunque no irá a la cárcel, tendrá un brazalete electrónico.
No sobra decir que, por cuenta de su situación judicial al médico cirujano se le impidió seguir ejerciendo en su lugar de trabajo: la Fundación Cardiovascular de Colombia, ubicada en Bucaramanga.
Y, más allá de las denuncias de María Paula Pizarro y Érika Plata (que también fue su pareja), una tercera mujer – que no quiso revelar su identidad – también aseguró haber sido víctima de las agresiones de Antonio Figueredo, con quien tuvo una historia sentimental en el pasado de una duración de más de un año.
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