En la segunda semana de enero los docentes de la mayoría de instituciones de educación primaria y básica secundaria del territorio nacional entraran a realizar la planificación del año estudiantil 2022, pero en las cercanías del cuarto pico y la variante Ómicron alarma a Fecode.
Aunque no se ha generado pronunciación oficial por parte del Ministerio de Educación, se da por entendido que sigue en funcionamiento el condicionamiento para el regreso a las aulas del año anterior. Por su parte los docentes que no asistan a las aulas incumplirían sus funciones y como servidores públicos serían sancionados con suspensiones, apertura de procesos administrativos y el no pago de los días en los que no acudieron a las aulas.
“Tenemos escuelas sin agua, sin los elementos de bioseguridad, sin maestros y eso imposibilita que se realice nuestro trabajo en sitio”, mencionó a los medios William Velandia, presidente del sindicato.
Por su parte la Ministra de Educación María Victoria Angulo, también ha declarado a los medios: “A muchas de estas personas que se han opuesto al regreso a la presencialidad lo que menos les importaba son los niños. Les importaba desinstitucionalizar el sector y generar miedo en los padres de familia”.
Aunque observan este panorama de manera diferente los miembros del magisterio a los postulados de la Ministra. “El Gobierno debe demostrar a los padres de familia que sus hijos retomarán la presencialidad con condiciones. Porque esta pandemia no ha parado, y más con las condiciones actuales, en que los casos de nuevo están en ascenso y con la variante Ómicron” comentó el presidente del sindicato.
La situación en las aulas
En las instituciones educativas los docentes han venido observando condiciones que no permiten el regreso a la presencialidad, Infobae habló con el docente Camilo Farfán, quien explicó un poco el panorama en los salones de los colegios públicos de la ciudad.
“Yo creo que el gobierno hace eso como medida de represión contra el Magisterio, Los docentes hemos cumplido tanto en la virtualidad, como la alternancia y presencialidad de final del año pasado y nunca nos hemos negado a volver a las aulas siempre y cuando hayan las condiciones de bioseguridad que ha prometido el gobierno”, aseguró Farfán.
“Muchos colegios que antes de la pandemia ni siquiera tenían servicio de acueducto y se lo digo desde Bogotá que es supuestamente la ciudad más desarrollada de Colombia, uno no se imagina cómo es la condición en otros colegios de municipios que no tiene electricidad ni agua potable. (...) ya a final del año anterior no había ni gel antibacterial, ni tapabocas”, añadió.
Otra de las preocupaciones es el esquema de vacunación, donde los docentes pueden tener las dos dosis aplicadas pero muchos jóvenes y adolescentes no tienen el esquema completo, ni siquiera la primera dosis.
“Ha sido complejo y confuso el proceso de regreso a la normalidad, en estos momentos a nivel mundial se vive una alerta por la variante Ómicron e inclusive algunos países han tomado la decisión del aislamiento preventivo. Colombia supera constantemente las cifras de contagiados y en palabras del presidente Duque, en cuatro semanas se verán cifras alarmantes”, concluyó Farfán.
Por lo pronto el Magisterio espera una decisión final del Ministerio de Educación para saber como afrontar el periodo escolar. “Reiteramos: los maestros y maestras de Colombia estamos con la presencialidad. Llevamos meses en las aulas. Pero aún al Gobierno le falta mucho por cumplir, desde agua hasta docentes. El regreso total requiere esas condiciones, no basta con los anuncios sonrientes de la ministra”, concluyó el sindicato.
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