Todavía en estado de shock y con muchos nervios, Alina Mcleod prendió su cámara para desahogarse tras vivir una de las peores experiencias como turista en Santa Marta, Colombia, luego de que intentaran robarla y la amenazaran con un arma de fuego. Los hechos sucedieron el pasado 31 de diciembre, cuando la mujer recién llegaba a la capital del Magdalena.
Mcleod es una reconocida actriz y modelo con doble nacionalidad (canadiense y ucraniana), que desde hace seis años también es creadora de contenido en YouTube. En la plataforma de video la mujer se ha dedicado a compartir con sus 146.000 suscriptores una especie de diario de viaje, dedicándole varios videos a sus diferentes destinos alrededor del mundo y, desde hace tres semanas, recorriendo Colombia.
La primera parada de la vlogger fue Bogotá, a donde la mujer llegó sola, pues lo que había planeado era recorrer varias ciudades del país, para lo que anteriormente se había preparado con un reto de 30 días hablando en español, video que también publicó en su canal de YouTube. Luego de dedicarle un video a la capital del país y señalar que “es mucho mejor de lo que esperaba”, la mujer ha hecho otros videos recorriendo Cartagena, las Islas del Rosario y mostrándose feliz al recibir la vacuna contra el covid-19 totalmente gratis.
Sin embargo, en su más reciente video -publicado el lunes 3 de enero- a Alina Mcleod se le ve bastante afectada, a punto del llanto, relatando lo que vivió en vísperas del Año Nuevo en Santa Marta, su destino después de Cartagena. “Casi me roban y disparan en Santa Marta, Colombia”, se lee en el título del video.
“Una de las cosas más aterrorizantes de mi vida me ha sucedido, pero de una manera muy extraña estuve calmada cuando pasó y en el camino hasta acá (el hotel), ahora estoy pensando en todo lo que pudo pasar”, señaló en su video la extranjera. Lo que ella explica es que, aunque en el momento no reaccionó, el impacto de lo que había vivido se dio justo cuando llegó a su hotel, razón por la que decidió grabar y contar su experiencia.
Mcleod explicó que antes de que todo pasara ella planeaba relajarse en Santa Marta y recorrer la ciudad por primera vez. “Llegué a Santa Marta ayer en la tarde y había escuchado que una de las playas más populares es El Rodadero, que queda un poco lejos de donde me estoy quedando, en el Centro Histórico”.
Detalló que tomó un taxi desde su hotel hasta El Rodadero, pero que no estuvo mucho tiempo en la playa porque no le gustó, aclarando que, aunque la playa estaba bien, los alrededores y el vecindario no fueron de su agrado, así que no entendió por qué era tan popular y decidió irse. “En el camino había visto que había un lindo sendero para caminar a través de las montañas, lo acababan de construir, y había leído en la web que este se podía tomar para ir desde El Rodadero hasta el Centro Histórico”, recordó Mcleod.
De hecho, la mujer grabó un poco del camino y dejó claro en el video que planeaba que este “hermoso sendero” hiciera parte de sus recomendaciones para otros turistas en Santa Marta. “Empecé a caminar por ahí siendo alrededor de las 3:00 p. m. y no había nadie más en el camino”, resaltó que esto último de hecho implica que ella rompió una de sus propias reglas para turistas de no estar en lugares muy solitarios.
Sin embargo, como el camino está ubicado al lado de una avenida en la que costantemente pasaban vehículos, “pensé que estaba bien, incluso pensé que si me cansaba simplemente podía tomar un taxi ... estaba caminando, me crucé con algunas personas, pero realmente estaba muy sorprendida de que no hubiera más gente atravesando el hermoso sendero. Creo que ahora sé porqué nadie camina por ahí”.
A mitad del camino, Alina decidió hacer una pausa porque había un mirador que le daba una gran vista de Santa Marta, la cual ella grabó, “justo debajo hay un barrio al que yo no me atrevería a entrar sola, ustedes entienden, pero no pensé que nada me pasaría porque estaba al lado de una avenida ¿por qué alguien intentaría hacerme algo allí?”.
Agregó que después de grabar la vista siguió caminando y un taxi empezó a acompañarla, mientras el conductor le decía algunas cosas, ella cree que el señor le estaba diciendo que era mejor que se subiera al vehículo, pero no le hizo caso. En ese momento a Alina se le entrecorta la voz y dice “debí subirme a ese taxi, porque el hombre no quería dejarme sola, él iba manejando el taxi a mi lado, me decía cosas en español, pero no le entendí todo lo que decía. Incluso en ese momento sentí que él intentaba protegerme, pero nunca sabes en quién confiar, pensé que estaba bien caminando sola”.
Alina señaló que el hombre conducía muy lento, incluso retrasando a los carros que estaban detrás de él, y le decía que la estaban siguiendo, pero ella siguió su camino porque no veía a nadie más por el sendero. El conductor se rindió y siguió con su camino, igual ella, hasta que unos minutos después llegó hasta un punto del camino en el que hay una parada de bus.
“Había una mujer allí parada, pero yo quería seguir caminando, entonces escucho a alguien detrás de mi. Volteó y es un chico joven, adolescente o en sus 20, pero sentí que algo estaba mal. Me dijo algo en español, no sé lo que me dijo, pero me golpeó tan pronto me habló”, recordó la creadora de contenido.
Nuevamente, ella señaló que una de sus reglas para turistas es que si alguien intenta robarlos den sus cosas, porque no vale la pena arriesgarte por las cosas materiales, esta fue otra regla que ella no siguió. “No sé por qué mi reacción fue correr lejos de él, creo que él no lo esperaba, pero yo recordé que había una parada de bus y quería irme de ahí. Tenía la sensación de que él no solo quería quitarme mis cosas, no sé cómo explicarlo solo corrí”, relató.
Continuó diciendo que este joven la siguió, “casi me atrapa, pero yo seguí corriendo. Creo que tengo ángeles cuidándome, lo juro, porque había un bus justo ahí y la mujer que había visto antes se estaba subiendo. Apenas las personas del bus me vieron me llamaban, se dieron cuenta de lo que estaba pasando, me decían que corriera al bus. Alcancé el bus y salté a él, ahí fue cuando el hombre sacó el arma, yo no la había visto, cuando me subí al bus me apuntó y literalmente pensé que me iba a disparar, todos en el bus se tiraron al suelo ... El conductor aceleró y nada pasó”.
Al final del video, Alina Mcleod agregó un clip que grabó tres días después del suceso. “No dejaré mi viaje a Colombia, no me iré a casa, no dejaré que esta situación me defina ... lo único que cambiará es que no haré un video de Santa Marta, porque no es una ciudad que quiero recomendar después de lo que pasó, trataré de ir a otros lugares”.
A través de su cuenta de Instagram la mujer ha agradecido a los locales que le han ofrecido hasta servcio de escoltas en la ciudad luego de ver su video, señaló que está muy agradecida con los colombianos que han llegado a sus redes sociales para lamentar lo que ella vivió. Todavía se desconoce su próxima parada, pero Alina resaltó que este miércoles se irá de Santa Marta.
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