Siete niños indígenas murieron por enfermedad respiratoria que alerta a las autoridades

Familiares de los afectados aseguran que no se trató de covid-19

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Un grupo de indígenas Embera en una comunidad ubicada en un sector de Bahía Solano, en el departamento de Chocó (Colombia), en una fotografía de archivo. EFE/Leonardo Muñoz
Un grupo de indígenas Embera en una comunidad ubicada en un sector de Bahía Solano, en el departamento de Chocó (Colombia), en una fotografía de archivo. EFE/Leonardo Muñoz

En Unión Chocó y San Cristóbal (Chocó) una enfermedad respiratoria está afectando a los miembros de la comunidad indígena wounaan. Este 4 de enero se reportó que siete menores de edad han muerto por el virus que es parecido a una gripe. Los familiares de los afectados aseguran que no se trata de covid-19.

Relataron que después de unos días, los enfermos se empiezan a complicar y allí es cuando sienten problemas para respirar. Los indígenas han expuesto estos casos, pero denuncian que las autoridades de salud departamentales no les han prestado la atención debida.

“Hay una virosis muy fuerte al interior de estas comunidades, pero no ha habido una atención o una presencia por parte de las entidades de salud. Por eso, estamos haciendo un llamado para que nosotros podamos sobrellevar la vida de nuestros niños en las comunidades”, dijo Lino Membora, líder de la comunidad wounaan.

Teniendo en cuenta esta situación, los indígenas han optado por desplazarse de sus territorios. Al menos 42 de ellos han salido de sus resguardos hasta Istmina y Medio San Juan para buscar atención médica.

La Defensoría del Pueblo ya está vigilando la situación y pidió a las entidades de salud departamentales que se garanticen los derechos de los indígenas. Así mismo, le exigió a la Nueva EPS que se encargue de prestar los servicios a los afectados en el menor tiempo posible.

“Ordenamos a la Secretaría Departamental de Salud y a la Nueva EPS exigir la realización de jornadas de salud urgentes para las personas en situación de desplazamiento forzado de las comunidades receptoras en la subregión del San Juan. Esto, con el fin de atender las patologías, prevenir las posibles brotes de epidemias y los riesgos. Además busca definir las causas por las que murieron los menores de edad reportados por las autoridades indígenas”, indicó Carlos Camargo, defensor del Pueblo.

Se espera que se atiendan los llamados de los indígenas y se les garantice el derecho a la salud. Lo preocupante es que en Chocó este servicio se ha visto afectado seriamente por el estado en el que están los hospitales del departamento y las deudas que tienen.

El caso más grave se evidencia en el Hospital San Francisco de Asís de Quibdó, que no cuenta con los recursos suficientes para pagar las deudas que tiene y saldar los sueldos de los profesionales de la salud, a quienes no se les paga su salario desde hace más de cuatro meses.

Aunque los trabajadores recibieron la prima de fin de año y el salario de diciembre, el agente interventor de la Superintendencia Nacional de Salud, Camilo Ramírez, alertó al Gobierno nacional y solicitó apoyo para hacerle frente a la crisis financiera que vive el centro médico de esa localidad.

“Este problema hizo que tuviera que ser intervenido el hospital San Francisco donde se recibió un pasivo con más de 20 mil millones de pesos. A fecha de hoy el hospital logró en los primeros 15 días el pago de la prima de Navidad y mes de sueldo a todo el personal de prestación de servicios, pero estamos debiendo en total cuatro meses a todo el personal”, explicó el funcionario.

De acuerdo con el interventor, la crisis económica de la entidad empeoró debido a la liquidación de dos EPS de esa zona del país que le estarían debiendo al menos 12 mil millones de pesos al Hospital San Francisco de Asís de Quibdó.

“La liquidación la adelantó la SuperSalud porque los problemas financieros eran muy grandes y que si no se hubieran liquidados estas dificultades económicas serían mayor”, explicó el funcionario. También agregó que esto ha llevado a hacer mucho más grave el panorama financiero del hospital, porque continúan los problemas y se suma la falta de pago a los proveedores que han manifestado no querer seguir prestando sus servicios, o suministrar los elementos necesarios para el funcionamiento del hospital.

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