En la tarde de este 4 de enero, las autoridades encontraron otros seis cuerpos de migrantes que habrían muerto ahogados en el océano Pacífico a finales del año pasado. Este hallazgo se suma a los otros ocho cadáveres encontrados en las últimas 24 horas en la zona. Los cuerpos estaban flotando a la altura del corregimiento de Punta Piña, en el municipio de Juradó (Chocó).
Las autoridades aseguran que algunos cuerpos ya fueron enterrados en Bahía Solano. El proceso tuvo que hacerse rápido porque el estado de descomposición de los cadáveres era alto y tratar de conservarlos más tiempo podría generar problemas de salud pública.
Además del riesgo para la población, que ya ha recibido olores fétidos en sus viviendas, el personero municipal, Carlos Mario Cardona, hizo un llamado a la Fiscalía y a Medicina Legal, porque el paso del tiempo podría dificultar la identificación de los muertos.
De acuerdo con las declaraciones del funcionario, ya han recibido múltiples mensajes y llamados de familiares de migrantes para lograr la identificación de los cuerpos, pero no se ha podido realizar el procedimiento. Además, el oleaje podría arrastrar nuevamente los restos al mar e impedir dar respuesta a los extranjeros que buscan a sus familiares.
Hay que recordar que se presume que estas personas naufragaron desde el pasado 18 de diciembre, pero no fue hasta los últimos días de ese mismo mes que las autoridades empezaron a buscarlos. En principio, esto sucedió porque los sobrevivientes de la situación no avisaron a las autoridades por miedo a las consecuencias. A esto se le sumaron problemas climáticos que impidieron la búsqueda.
“Al parecer los tripulantes de la embarcación que transportaban a los migrantes optaron por no dar aviso a las autoridades luego de que se presentara el naufragio por miedo a las consecuencias legales”, dijo el oficial.
De hecho, fueron los habitantes de Punta Piña quienes avisaron a las autoridades. Aseguraron, desde hace dos semanas, que los pescadores habían visto los cuerpos en altamar.
Se presume que todas las víctimas pertenecían al mismo grupo. Se confirmó que la mayoría de ellos eran de origen ruso.
“Los cuerpos de los migrantes me dicen que corresponden al mismo grupo. Entonces, ya vemos que el estado está bastante avanzado en descomposición; yo le informé a la Defensoría del Pueblo y otras autoridades pero inicialmente no tuvimos el acompañamiento de la Sijín”, sostuvo Jenny Lucía Rivas, alcaldesa de Punta Piñas.
Las autoridades no descartan que otros cuatro cuerpos sigan flotando en altamar. Aseguraron que las labores de búsqueda continuarán durante esta primera semana del año.
Así mismo, se indicó que unas 11 personas serían sobrevivientes del naufragio. Por lo pronto, se sabe que uno de ellos es un ciudadano de Uzbekistán identificado como Bobomurod Khamidov, de 31 años de edad, que había sido trasladado al hospital Julio Figueroa Villa. Sin embargo, pasó varios días esperando un traslado a una institución de alta complejidad, desapareció del centro médico y se desconoce su paradero.
Esta no es la primera vez que ocurre un accidente de este tipo en la zona. El Pacifico colombiano es uno de los principales puntos de tránsito de africanos, asiáticos y haitianos que buscan llegar a Estados Unidos navegando por el mar Caribe. En los límites marítimos entre Colombia y Panamá han muerto centenares de migrantes que intentan huir a Centroamérica o Estados Unidos, y otra gran parte de esta población ha quedado a la deriva en altamar.
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