Las ballenas, tortugas marinas, los tiburones y otras especies marinas pueden nadar con seguridad “ahora que cuatro países latinoamericanos están formando un enorme corredor de protección de la fauna en el océano Pacífico”, afirmó ShareAmerica, una plataforma del Departamento de Estado estadounidense.
En el mes de noviembre se realizó una conferencia sobre el clima COP26 en la ciudad escocesa de Glasgow, dónde los presidentes costarricenses, Carlos Alvarado; ecuatoriano, Guillermo Lasso; colombiano, Iván Duque; y panameño, Lauretino Cortizo, anunciaron que impulsarían proyectos para proteger el ecosistema marino.
El Corredor Marino Este Tropical está conformado por las islas Coco (Costa Rica), Galápagos (Ecuador), Malpelo (Colombia) y Coiba (Panamá); impedirán la presencia de flotas pesqueras industriales en unos 490.000 kilómetros cuadrados de aguas aproximadamente, como lo añadió ShareAmerica.
Las diferentes amenazas naturales por el cambio climático hacen que estas zonas se vean afectadas por los disturbios en el territorio marino, en el incremento en la frecuencia y severidad de huracanes.
Con este cambio no sólo está afectando la temperatura, sino que los océanos se están volviendo más ácidos. El pH está disminuyendo, y esto puede afectar la formación de carbonato de calcio, vital para la vida marina.
Adicionalmente, protegerá contra las prácticas pesqueras insostenibles y la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (INDNR), “agotan las poblaciones de peces y pueden causar importantes daños ambientales y económicos, además de amenazar a las especies en peligro de extinción”.
“Establecimos el área protegida marina más grande del hemisferio occidental y, tal vez del mundo, considerada como una de las regiones más ricas en biodiversidad del planeta”, confirmó el presidente Duque en su cuenta de Twitter.
Estados Unidos colabora con distintos países, por ejemplo, distribuyendo formación a oficiales brasileños y fiscales ecuatorianos “en la aplicación de la ley”.