El Ministerio de Ambiente de Colombia y la Corporación Autónoma de los Valles del Sinú y San Jorge (CSV) investigan las causas de la muerte de una ballena de la especie rocula que fue encontrada en las playas del municipio de San Bernardo del Viento, en Córdoba.
Las autoridades ambientales desplegaron un equipo técnico conformado por miembros de la CVS, la Fundación Omacha, la Policía, la Armada Nacional y la alcaldía de este municipio para adelantar el protocolo que exigen estas situaciones, luego que se llevara a cabo el avistamiento del cadáver del mamífero marino, considerado uno de los más grandes después de la ballena azul.
“Los animales tienen tanto derecho al planeta como nosotros. Preservemos nuestras especies, por ellas también somos el segundo país más biodiverso. No olvidemos que la lucha contra el cambio climático debe hacerse a diario y desde todos los frentes. Unidos cuidaremos nuestro inmenso patrimonio natural”, indicó por su parte el ministro de Ambiente, Carlos Eduardo Correa.
A su vez, el jefe de la cartera de Ambiente hizo un llamado a los colombianos y turistas a cuidar y proteger las especies de fauna y flora en el territorio nacional, especialmente en estas fechas en las que se desarrollan diferentes visitas a áreas protegidas y ecosistemas con atractivos turísticos.
Dentro de las posibles causas del fallecimiento de este mamífero, que fue encontrado en las playas del Caribe Colombiano, y que según los primeros reportes se trata de una hembra de la especie rorcual (Balaenoptera physalus), también llamada ballena de aleta, de aproximadamente 11 metros de longitud, no se descartan enfermedades o bacterias.
“No es común que este tipo de ballenas se presenten cerca de las zonas de costa. Se cree que en su tránsito desde el norte del continente hacia aguas más cálidas para su proceso reproductivo, pudo llevar a que, por desorientación de mareas o por algún tipo de enfermedad, tal vez por algas, hongos, bacterias o virus, se haya producido su deceso”, indicó por su parte el subdirector de Gestión Ambiental de la CVS, Albeiro Arrieta.
Por su parte, el equipo técnico tomó muestras de la ballena, como lo estipula la ‘Guía para la atención de varamientos de mamíferos en Colombia’ del Ministerio de Ambiente, que serán llevadas al laboratorio para su análisis y con esto determinar las causas de la muerte del individuo.
“El Minambiente recomienda a las comunidades costeras que es muy importante que, en caso de encontrarse ante una ballena enmallada o encallada, avisar a los guardacostas, a la Dirección General Marítima (Dimar), a las Corporaciones Autónomas Regionales o a Parques Nacionales, únicos autorizados para llevar a cabo acciones de desenmallamiento de grandes ballenas. La entidad también recomienda no acercarse a los animales ni agredirlos”, concluyó la cartera de Ambiente.
El 21 de febrero del año anterior, los habitantes del municipio de Puerto Escondido, en Córdoba, alertaron a las autoridades sobre una ballena de al menos 20 metros de largo, y con un peso aproximado de 13 toneladas que había encallado en las playas de la zona. El cetáceo que estuvo luchando por horas para retornar a las aguas, no logró salir del lugar y murió en la noche de ese mismo día, según informó la comunidad.
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