En Colombia un ‘todero’ es aquella persona que, literalmente, puede hacer ‘de todo’. Esta milenaria profesión fue la misma que desempeñó ‘Don Chinche’, personaje principal de la serie colombiana que llevó su mismo nombre y que fue encarnado por Héctor Ulloa, el mismo que tuvo la idea original de crear el icónico sujeto que también se desempeñaba como mecánico y albañil.
La idea original fue escrita por el director Pepe Sánchez y estrenada un 2 de enero, pero de 1982. Desde ese domingo, cada ocho días se transmitían las ocurrencias de Don Chinche y Eutimio Pastrana. Sin embargo, vale decir que el personaje representado por Ulloa ya existía y fue creado para la comedia ‘Yo y tú’, producción de Alicia Campo.
Sánchez, al notar el potencial que tenía el personaje chato y de bigote espeso, no dudó en readaptarlo a la serie televisiva, haciendo juego con los barrios populares de Bogotá y muchos de sus habitantes, quienes deben ‘rebuscársela’ diariamente, con la diferencia que había en la serie una fuerte carga humorística y ni hablar de la solidaridad entre vecinos en medio de las dificultades.
A pesar de transmitirse solo una vez por semana, la serie duró más de siete años y se volvió tan popular en el país que muchos de los dichos mencionados por sus personajes fueron incluidos en el lenguaje cotidiano. Sin embargo, y a pesar de la popularidad, varios sectores criticaron su emisión pues allí se mostraba una de las caras más irregulares del país, según afirmó el mismo Pepe Sánchez en entrevista con el programa de RTVC Estudio 5, en una de las últimas apariciones del director en televisión.
Y es que la temática de ‘Don Chinche’ encajó con la situación que vivía el país por aquella época; el conflicto armado en las regiones obligó a que miles de personas migraran internamente hacia Bogotá en calidad de desplazadas, motivo por el cual surgió la diversidad de acentos en la capital del país.
Este fue, precisamente, uno de los elementos que caracterizaron la producción: el cruce de dialectos y fonemas propios de determinada región. Por ejemplo, ‘William Guillermo’, interpretado por Luis Eduardo Arango, era paisa y trabajó como conductor de bus, y fue tanta la acogida que en 1987 tuvo su propia serie llamada ‘Romeo y Buseta’. De igual manera, ‘Eutimio’, ‘Doña Bertica’, ‘maestro Taverita’, ‘Don Joaco’ y la ‘Señorita Elvia’ también se robaron el corazón de muchos colombianos por sus ocurrencias.
Se estima que aproximadamente, 14 millones de personas veían de manera simultánea esta serie que tuvo como principal locación una antigua casa ubicada en el barrio Las Aguas, centro de Bogotá, sobre la calle 20, y fue todo un reto hacerla, pues según versiones del mismo Sánchez, no quiso que fuera grabada a tres cámaras, como se estaba haciendo tradicionalmente en la televisión colombiana: decidió grabar todo a una sola cámara, tal y como había visto con las películas de la ‘Nueva ola francesa’.
Vale recordar que, aquella vivienda, donde también fue adecuado el taller y la tienda donde trabajaron Ulloa, Gloria Gómez y ‘Chela’ del Río, fue demolida en 2011 y en su lugar se tenía pensado hacer un proyecto de renovación urbana; empero, el lote fue entregado a la Alcaldía de Bogotá y actualmente allí se ubican los edificios de City U.
Finalmente, todos los archivos audiovisuales de la serie hacen parte de la productora Telemundo, razón por la cual no se ha podido volver a ver en la televisión colombiana, la misma que vio nacer a una de las series más recordadas 40 años después de su primera emisión.
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