Empezó el Carnaval de Negros y Blancos en Pasto con adaptaciones en algunas manifestaciones

La fiesta más importante del sur de Colombia ya comenzó con un amplio catálogo de actividades que atraen a visitantes de todas partes del país. La celebración, oriunda de la capital de Nariño, San Juan de Pasto, se ha extendido a otros municipios del departamento y del suroccidente colombiano.

El carnaval, que se conmemora entre el 2 y 7 de enero de cada año, fue declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por el comité de la UNESCO en el año 2000 y se basa la fusión de múltiples culturas y expresiones, correspondientes a los Andes, la Amazonia y la cultura del Pacífico.

Tiene su origen en el siglo XVI en el año 1546 y nació como una tradición indígena, puesto que coincide con la celebración de la Luna (Quilla), que guarda reminiscencia con los rituales efectuados por los pastos y los quilla singas, culturas agrarias que, en época de cosecha, honraban con danzas a la luna, y en otros rituales hacían rogativas al sol, para amparar sus cultivos.

A continuación, compartimos la programación de los próximos días de fiesta en el Carnaval de Negros y Blancos:

Cabe decir que esta versión del carnaval se realiza en un solo punto para evitar aglomeraciones, es decir, no estarán presentes los desfiles, ni fiestas. Aún así, las personas pueden asistir a los sitios de exhibición los cuales tendrán un límite de aforo.

Además y para continuar con la tradición de las carrozas, las figuras y demás puestas en escena que son icónicas del lugar, se cerró exclusivamente para el carnaval, una avenida de la ciudad por donde las personas podrán recorrer la exhibición y así no perder la costumbre de los artesanos de Pasto.

De acuerdo con Corpocarnaval, “la celebración se enmarca en un Plan de Salvaguarda, es decir las medidas encaminadas a crear condiciones para asegurar la sostenibilidad del PCI en el tiempo a partir de su documentación, investigación, preservación, protección, promoción, fomento, transmisión, revitalización, y también mediante el respeto a la tradición y la sensibilización de la comunidad sobre dicho patrimonio”.

Así es como cuenta con el propósito de “asegurar la continuidad de las comunidades involucradas en las manifestaciones del PCI”, un objetivo que a su vez tiene como fin “proteger la diversidad cultural”.

En ese sentido, el plan se basa en un acuerdo social y administrativo que se traducirse en “políticas públicas, campañas de sensibilización, acuerdos interinstitucionales, recursos económicos, alianzas sociales o instrumentos legales que deben ajustarse a la naturaleza de la manifestación”.

Este fundamento es lo que también hace que la estrategia sea flexible y pueda “concretarse en proyectos encaminados a desarrollar emprendimiento cultural e iniciativas de turismo cultural”. Iniciativas que asimismo, deben responder a las necesidades de las comunidades.

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