A lo largo de este lunes 27 de diciembre, el Ejército Nacional implementó una estrategia ofensiva contra las disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) que hacen presencia entre los municipios de Leiva y El Rosario (Nariño), hecho que desató un fuego cruzado. Esta acción fue reprochada por quienes habitan en la zona, pues la comunidad tuvo que suspender sus actividades diarias para resguardarse. Desafortunadamente, tres civiles no alcanzaron a protegerse y resultaron heridos.
Además de los heridos, se reportó que las autoridades retuvieron a varias personas, entre ellos algunos menores de edad, porque presuntamente hacían parte de las disidencias. El hecho fue impedido por la comunidad y los militares, para imponer su poder, respondieron con disparos al piso, que de igual forma terminaron afectando a los civiles.
“Fue un enfrentamiento que se dio con las fuerzas especiales y hubo personas que quedaron en medio del fuego cruzado y algunas se trasladaron al lugar para tratar de sacar a quienes quedaron ahí, en medió del enfrentamiento. En el momento que el helicóptero estaba aterrizando para llevarse a las personas que retuvieron, la comunidad pidió que no dispararan, pero lo hicieron al piso e hirieron a un campesino, que ya fue enviado a Pasto”, relató a RCN Radio un líder comunitario que pidió mantener su nombre en reserva.
Después de esto, la situación se complicó, pues los civiles resolvieron detener a los militares hasta que respondieran por los heridos. Además, exigian que una comisión de agentes de la Fiscalía General de la Nación llegara a recoger las denuncias respectivas y se realizara un consejo de seguridad.
Los militares estuvieron retenidos en el coliseo de Leiva durante unas horas de la tarde hasta que entes estatales intervinieron para calmar los ánimos.
La Defensoría del Pueblo, que fue una de las primeras entidades de derechos humanos en intervenir, ayudó a la liberación de los militares al garantizar que los lesionados fueron trasladados a varios centros asistenciales de la ciudad de Pasto, donde reciben atención médica. Así mismo, indicaron que se trasladaron a la zona para escuchar a la población.
“A esta hora en zona de cordillera, municipio de Leiva, se registran enfrentamientos entre el Ejército y la guerrilla con afectación de la población civil. La Secretaría de Gobierno reporta heridos civiles que son trasladados a Pasto. Desde la Regional Nariño de la entidad nos dirigimos a la zona”, indicó la Defensoría a través de Twitter.
Los líderes sociales de la zona hicieron un llamado para que no se ponga en riesgo la vida de los civiles en medio de estos combates. Pidieron que los militares midan los riesgos de las estrategias de ofensiva que adelantan para que así se garantice la vida de los campesinos de Nariño.
Así mismo, piden que no se les estigmatice. Señalaron que a veces se les tilda a los campesinos y activistas de subversivos, lo que los revictimiza y pone en riesgo, sobre todo teniendo en cuenta en muchas oportunidades ellos gestionan labores humanitarias.
“Nuestro temor, como líderes, es que nos vinculamos a tratar de mediar con esa liberación, pero nuestro temor es grande a los señalamientos de lo que no somos, hay incursiones de grupos armado y de la fuerza pública y tampoco actúan profesionalmente las Fuerzas Militares y terminan involucrándonos, cuando nosotros solo somos población civil”, dijo el líder campesino anónimo.
Es de mencionar que esta situación se presentó en la misma zona en la que horas antes había sido liberado Tomás Andrés Blanco Rolón, patrullero de la Policía que fue secuestrado por disidencias de las Farc el 25 de diciembre. El militar se movilizaba en una camioneta de servicio público cuando fue retenido por varios hombres armados.
Horas después de conocerse el hecho, fue divulgado una prueba de supervivencia en la que el militar hizo un llamado a que “cesen los patrullajes y que el Gobierno nacional se siente a dialogar con la columna móvil Franco Benavides de las Farc-EP”.
En ese momento las diferentes entidades humanitarias empezaron a dialogar con los subversivos hasta que liberaron al patrullero ayer (26 de diciembre) en la noche.
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