Un grupo de 18 militares que había sido retenido por campesinos en el municipio de Leiva, Nariño, fue liberado tras 20 horas. La comunidad habría exigido compromisos de seguridad e investigación por los combates ocurridos previamente.
Durante este 27 de diciembre, tras la liberación del patrullero Tomás Blanco, la Tercera División del Ejército llegó hasta la zona donde había sido retenido, entre los municipios de Leiva y El Rosario, en Nariño, donde, según informaron, se enfrentaron con disidentes de las Farc.
En medio de los operativos capturaron a tres personas presuntamente responsables del secuestro y lograron el rescate de tres menores de edad. Sin embargo, la comunidad denunció que en medio de los enfrentamientos tres personas civiles resultaron heridas en la vereda Villa Baja.
Por esa razón, los campesinos de Leiva realizaron una asonada tras la cual retuvieron a 18 militares del Ejército, a quienes desplazaron hasta el coliseo. Allí estuvieron por más de 20 horas mientras exigían garantías y la no estigmatización de la población del municipio.
La Defensoría del Pueblo y la Secretaría de Gobierno de Nariño, según la emisora Blu Radio, intercedieron entre la comunidad y el Ejército para permitir la movilidad de los uniformados, luego de llegar a acuerdos sobre las exigencias de la comunidad.
Los campesinos exigieron que la Fiscalía General de la Nación investigue los hechos en que resultaron heridos los tres civiles, aunque según el brigadier general John Jairo Rojas Gómez, comandante de la Tercera División del Ejército Nacional, solamente una persona fue atendida en un centro médico, con una “lesión leve”.
En ese sentido, la emisora informó que en el mes de enero se realizará una comisión interinstitucional con la Fiscalía para escuchar a la comunidad y recibir las pruebas de las denuncias de disparos indiscriminados por parte del Ejército en contra de la población en Villa Baja.
La población sostiene que hay estigmatización sobre ellos, por lo que piden garantías y protección. A su vez, el Ejército sostiene que la retención de los soldados fue una acción para debilitarlos y pidieron judicialización de los responsables.
“La intención (de retener a los soldados) fue quitarles el armamento para dejarlos indefensos. Hay que judicializar a quienes trabajan junto a estas disidencias”, aseguró el comandante de la Tercera División a la emisora La W. Además, agregó que supuestamente los pobladores habían entrado en combate para defender a un cabecilla.
Por su parte, la emisora Blu Radio citó voceros de la comunidad, quienes sostienen que el Ejército los acusa de tener alianzas con los grupos criminales, afirman que no se presentaron combates con las disidencias y sí un ataque a la población, debido a que los secuestradores habían abandonado la zona tras liberar al patrullero Tomás Andrés Blanco.
Los militares retenidos fueron recogidos por unidades militares, que los desplazaron a una base del Ejército para su valoración médica. Desde allí informaron que estaban en buen estado de salud, pues estuvieron siempre con acompañamiento de las autoridades civiles.
La tensión en la zona se mantiene ahora entre la población y los militares, tras fuertes enfrentamientos que se presentaron durante el 27 de diciembre, pocas horas después de haber sido entregado a una comisión de la Defensoría del Pueblo y la Cruz Roja el patrullero retenido por el grupo armado residual Franco Benavides.
El Ejército informó que tras esos operativos, se logró la captura de tres disidentes, entre ellos un segundo cabecilla, quienes son señalados como responsables del secuestro del uniformado. Además, anunciaron la incautación de un amplio material de guerra que poseían los presuntos delincuentes, así como la liberación y restitución de derechos de tres menores de edad.
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