A falta de un partido por disputar en Liga para que Al-Rayyan termine el año 2021 en materia deportiva, el futbolista colombiano James Rodríguez ya piensa en lo que será su actuación en el 2022 en la que seguramente enfocará sus objetivos en poder estar con la Selección Colombia en la Copa Mundial de Catar 2022.
En ese sentido, terminará un año con escenarios impensados para el cucuteño, pues con pocos minutos en cancha, lejos de la competencia top a nivel de clubes y sin una gran influencia en la Tricolor, de la que estuvo un año por fuera, este 2021 sin duda alguna pasará a ser uno de los años más complicados en la carrera del ‘10′.
Y es que cabe recordar que James dejó el Everton de Inglaterra en el pasado mes de septiembre, la poca continuidad, sumado a la mala relación con el entrenador español Rafael Benítez, fueron los principales causantes para que el colombiano cambiara de rumbos y buscara un equipo con el cual tuviera la regularidad suficiente para volver a ser tenido en cuenta en la selección.
Condicionado por las lesiones se las arregló con su fútbol diferente para mantener nivel en la Premier League siempre respaldado por el técnico Carlo Ancelotti. Su renovación por un año más se daba por hecha y su nombre era considerado como uno de los más importantes de los ‘Toffees’, hasta que se cruzaron fantasmas del Real Madrid. Zinedine Zidane dejó la casa blanca, lo reemplazó el italiano y en un parpadeo Benítez se convirtió en su nuevo DT.
Una coincidencia desafortunada con el final que se esperaba. James dejó el equipo ignorado por el español y sin ofertas en un mercado por el que pasó desapercibido para mantenerse en la élite. Fue así como finalmente terminó fichando por el Al-Rayyan, uno de los equipos más tradicionales del fútbol de Catar.
Acostumbrada a otro tipo de futbolistas, la liga catarí aún no comprende la técnica del ‘cafetero’, pues cada vez que tomó la pelota vino una patada o una infracción brusca en su contra. De hecho, al cuarto partido dijo basta y mostró una faceta poco conocida en él, pues exageró en su protesta por el juego fuerte y el árbitro del compromiso decidió expulsarlo por sus reclamos pasados de tono.
Después de esa tarjeta roja reapareció el día de navidad contra Qatar SC por la fecha 10 de la liga. Completó 433 minutos y un gol en cuatro partidos.
Esa situación fue quizá la que más marcó su temporada a nivel de clubes. Pasó el 30 de octubre con la camiseta de Al-Rayyan en la derrota 2-1 contra Al Arabi como reflejo de un 2021 cruel para él. Solo volvió a jugar menos de 90 minutos el día de Nochebuena. El colombiano inició en el banco de suplentes, pero ingresó al terreno de juego luego de la lesión de Hashim Ali a los 12 minutos del primer tiempo. El volante durante el primer tiempo completó 16 de los 22 pases que intentó obteniendo un porcentaje de eficacia del 73%.
Por otro lado, en el caso de la Selección Colombia, el año de James tampoco fue el mejor, pues un evento desafortunado en el inicio del ciclo de Reinaldo Rueda como entrenador, marcó lo que sería su ausencia en algunos duelos importantes del equipo. En principio estuvo convocado para la Eliminatoria y Copa América a mitad de año. Sin embargo, horas después fue desafectado por aparentes problemas físicos que el propio jugador terminó desmintiendo en un cruce de comunicados.
“Me llena de profunda decepción, por lo que para mí significa jugar por mi país. No recibir la confianza de parte del cuerpo técnico rompe con todo y me genera enorme dolor”, explicó el 10.
A eso se sumaron unas explosivas declaraciones durante una transmisión en vivo en Instagram junto a Teófilo Gutiérrez y Camilo Zúñiga. Allí el ‘10′ no se guardó nada y volvió a mostrar su inconformismo.
“Dejo en claro que estaba para jugar la Copa América. Fue una decisión del cuerpo técnico: la respeto, pero yo no la comparto, porque me faltaron al respeto. Otra cosa es que él me diga ‘Yo no cuento contigo porque no me gustas como jugador’. Si eso es así, cierro el duelo y me voy”, mencionó James.
Ahora bien, las heridas sanaron en noviembre para la última fecha de Eliminatoria y Rodríguez volvió a la selección tras ser convocado por el DT para los partidos contra Brasil y Paraguay. En esa doble jornada disputó 92 minutos entre Sao Paulo y Barranquilla lejos del rendimiento ideal, pero sirvió para que el equipo sintiera el regreso de uno de sus principales líderes. Reencontrarse con la Selección fue un alivio en una temporada difícil.
Ahora, de nuevo en competencia con su club, se da casi por hecho que su convocatoria para el amistoso del 16 de enero contra Honduras en Estados Unidos será una realidad y servirá para retomar el nivel de cara a la doble fecha de Eliminatoria ante Perú y Argentina, programada para disputarse en la última semana de ese mes. Colombia lo necesita. El sueño de un tercer Mundial consecutivo lo inspira y seguramente el próximo año veremos al James Rodríguez que más ha deleitado al país con su fútbol.
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