A principios de este mes de diciembre, Enrique Vives, empresario acusado de atropellar a siete jóvenes en la Troncal del Caribe en Gaira, Santa Marta, fue imputado por un delito más en el juicio que se adelanta en su contra. Según el fiscal Mario Burgos Patiño, el empresario fue imputado con el delito de tentativa de homicidio bajo la modalidad de dolo eventual por los daños ocasionados al joven de 14 años, Brayan Añez, él único sobreviviente del accidente. En la tarde del pasado 25 de diciembre, la madre de Vives, se vio involucrada en una situación similar a la de su hijo.
Medios de comunicación como Impacto News y El Heraldo informaron que Piedad Caballero de Vives, madre de Enrique, venía en una camioneta Nissan de placas AWM110 cuando ocurrió el siniestro. El automotor era conducido por Óscar Alfredo Bustamante Pareja quien, en un momento, invadió el sendero peatonal y atropelló a un joven que se encontraba descansando en la arena de una playa de Taganga. La madre de Vives iba de copiloto. El joven atropellado recibió atención inmediata y fue llevado en una ambulancia a la Clínica Tayrona.
El reporte entregado por la Secretaría de Movilidad a la opinión pública señala que los ocupantes del carro fueron trasladados al CAI del sector. “Cuando se procede a realizar la inmovilización del vehículo y se le practica la prueba de alcoholemia al chofer (la cual resultó negativa), su acompañante Piedad de América Caballero de Vives toma el vehículo y se da a la fuga de la Estación de Policía”. De hecho, relató ‘Impacto News’, en un momento en particular, el hombre que iba conduciendo se ubicó debajo del carro para evitar que se lo quitaran.
La mujer, al final, fue capturada por uniformados de la Policía Metropolitana en la vía Taganga, y fue llevada, al igual que la camioneta, al CAI de San Jorge. A Óscar Alfredo Bustamante le fue otorgado un comprendo por invasión de zona peatonal y a Piedad Caballero otro por maniobra peligrosa y por darse a la fuga en medio del proceso.
A la espera de que se amplíe la información del caso, es válido recordar que Enrique Vives, para el día del accidente, ocurrido el 13 de septiembre, conducía bajo los efectos del alcohol. De hecho, tras las respectivas pruebas, se supo que iba con un grado tres de alcoholemia. “No estoy de acuerdo con lo que se me imputa porque los hechos no son acuerdos a la realidad, ni fáctica ni jurídica, pido un juicio donde se busque la verdad, por tal motivo yo no acepto los cargos”, dijo Vives durante la audiencia.
La polémica rondó el caso luego de que el hombre fuera condenado a pagar casa por cárcel. “¿Cómo van a darle la domiciliaria a un tipo de esos que mató a seis pela’os, mientras manejaba borracho? (...) “hay manos negras. Se está moviendo mucha plata para favorecer a ese tipo (...). Esta decisión me dejó con el alma destrozada, estoy dolido. Destrozado. ¿Si él sabía que venía borracho, por qué no llamó a un chófer o se montó en un taxi? El juez dice que no hubo intención de querer matar a los pelados, pero sí es responsable de tomar las llaves y subirse a manejar un vehículo en ese estado”, señaló Álex de Lima, padre de Laura, una de las víctimas.
Eran las las 12:50 a.m. de la madrugada de ese 13 de septiembre cuando siete jóvenes fueron brutalmente arrollados por una camioneta Toyota Hilux, de placas MXL-186, la misma que venía conduciendo Enrique Rafael Vives Caballero. Seis de los jóvenes fallecieron.
“Estas personas fallecen producto de la imprudencia de un conductor, quien venía en estado de embriaguez grado dos confirmado, de igual manera en exceso de velocidad”, sostuvo el capitán Wilson Mendoza, comandante de la Seccional Tránsito y Transporte de la Policía Metropolitana de Santa Marta.
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