Asesinan a líder comunitario en el sur de Bolívar

El presidente de la Junta de Acción Comunal de la vereda Alto Cañabraval, Wilmar Ascanio Angarita, fue asesinado mientras departía en un restaurante del municipio de San Pablo, sur de Bolívar.

Reportes en la zona indicaron que Angarita fue atacado a tiros por un hombre quien luego se retiró del lugar de los hechos antes que las autoridades hicieran presencia.

El coronel Alexander Sánchez, comandante de la policía del Magdalena Medio indicó que de acuerdo con una investigación preliminar “este homicidio obedece a la presión que el ELN ejerce sobre la población para el control sobre los cultivos ilícitos en este sector del país”.

De acuerdo con lo anterior, la versión oficial señaló al grupo armado ELN como responsable del asesinato del líder comunitario quien se preparaba para tomar posesión de su cargo como concejal de San Pablo por el movimiento político Colombia Renaciente.

Ascanio Angarita iba a reemplazar al titular del cargo, Albeiro Martínez, quien fue separado del cargo al ser sorprendido traficando cocaína en vías del departamento del Cesar.

“Queremos que se aclare todo y que las autoridades investiguen lo que sucedió, pues él lo único que hacía era velar por los intereses de la comunidad y de su vereda. Rechazamos este nuevo homicidio”, dijo un habitante de San Pablo en declaraciones para el diario bolivarense El Universal.

Ante la magnitud de los hechos, la familia Angarita ha decidido abandonar la población porque sus integrantes temen por sus vidas.

De otra parte, el gobernador de Bolívar, Vicente Blel, convocó un consejo extraordinario de seguridad para afrontar el incremento de la violencia en el departamento. El evento está programado para la mañana de este 24 de diciembre.

Indepaz: Colombia igualó cifra de masacres de 2020

El balance trágico del país no se detiene a pocos días de concluir 2021.

Según Indepaz, el departamento con mayor número de masacres perpetradas durante este año es Cauca con 14, que dejaron 46 víctimas, seguido de Antioquia con 14 masacres y 52 asesinados; Valle del Cauca con 12 y 47 muertos, y Nariño con nueve masacres y 36 asesinatos.

“Entre el 2014 y el 2017, las masacres en Colombia disminuyeron. A partir de ese año, contrario a lo que se esperaba, aumentaron”, detalló Diego Restrepo, coordinador de la línea de conflicto, paz y posconflicto de la Fundación Paz y Reconciliación.

Las masacres aumentaron también según cifras de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA): en 2017 hubo 12 (con 49 víctimas), en 2018 fueron 27 (con 105 víctimas) y durante el año pasado, 35 (con 113 víctimas).

Para Restrepo, son diferentes los factores que explican el aumento de masacres. “Uno de ellos es la disputa por la legitimidad de la población civil. Eso es lo que pasa al sur del Cauca entre el ELN —Ejército de Liberación Nacional— y las disidencias de las Farc; también lo que ocurre en el Urabá antioqueño entre Los Caparrapos y el Clan del Golfo —estructuras dedicadas al narcotráfico y la extorsión—”, contó el investigador.

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