Luego de más de un año de investigación, el 16 de diciembre el caso de Ana María Castro Romero, por fin llegó a una conclusión. La Juez 42 del Circuito de Bogotá condenó a Paul Stanley Naranjo Calvo y Julián Valente Ortegón Mosquera por el delito de feminicidio agravado en contra de Castro.
Durante la audiencia, la togada señaló que la Fiscalía tenía las pruebas suficientes para demostrar que los dos procesados participaron de una acción o un plan para hacerle daño a Castro Romero, y que efectivamente la joven fue arrojada de un carro en movimiento lo que le causó la muerte.
La decisión no fue bien aceptada por todos, ya que algunas personas, como las familias de los condenados no se encuentran a gusto de que Mateo Reyes haya sido expuesto en el caso como testigo y no como sospechoso, incluso, en una entrevista que le dio Grace Páez, esposa de Paul Reyes a Caracol Radio, esta aseguró que apelaran la decisión porque el caso tiene algunas dudas que aún no se han resuelto.
“Para nosotros, el fallo no fue de creencia total porque pensamos que hay en la Fiscalía muchas dudas. Una condena que para los medios y el país es creyente, pero ¿Dónde está la verdad? ¿Dónde quedó Mateo Reyes? Por qué la Fiscalía, en este momento, coloca a Mateo Reyes invisible y ahorita es el testigo ocular de ellos”, dijo Páez en la emisora.
La afirmación no quedó ahí pues la mujer aseguró que Mateo recuerda todo e insinuó que no fue acusado porque su familia tiene poder por lo que considera que tanto la Fiscalía como los jueces fueron manipulados para apartar a Reyes del caso.
“Mateo Reyes es un chico de mucho poder. Su familia es de muy buena economía. En este momento, puedo decirlo con certeza que fueron manipulados tanto Fiscalía como jueces. Y no sé cuánto dinero habrán puesto ellos para sacar a un chico de este tema”, dijo.
Finalmente la mujer concluyó que no cree lo de las amnesia que le diagnosticaron a Reyes pues, además, antes de eso dio tres versiones destinas. “Mateo Reyes se queda con ella (Ana María), da tres versiones y de la noche a la mañana sacan a un médico que da un veredicto que él tiene una amnesia parcial. O sea, que hoy todos podemos emborracharnos y tener una amnesia parcial y matar la gente”, sostuvo.
Muerte de Ana María
Sobre la 1:30 de la mañana del 5 de marzo, cuando los jóvenes iban sobre la calle 68 con 80, Paul Naranjo -quien conducía el vehículo- se dio cuenta por el espejo retrovisor que Ana María y Mateo Reyes se estaban besando, lo que, según él mismo confirmó lo molestó, pues él y Castro estaban involucrados sentimentalmente.
De acuerdo con Paul Naranjo él y Julián Ortegón bajaron a Ana María y a Mateo Reyes del vehículo, en la calle 80, y continuaron con su camino. “Yo los dejé de pie y con vida”, aseguró Naranjo en diálogo con Caracol Radio.
Sin embargo, la investigación apunta a que Mateo Reyes habría sido expulsado del carro mucho antes y que la joven de 21 años habría quedado en estado de indefensión dentro el vehículo, donde al parecer se habría presentado una discusión y la joven fue lanzada del automóvil, así lo conoció El Tiempo.
De acuerdo con testigos, se vio como Castro salía expulsada del vehículo y caía al piso como si “fuera un muñeco de trapo”.
“A las 2:23 a. m. del 5 de marzo del 2020, Ana María Castro, de 21 años de edad, llegó al hospital Simón Bolívar, de Usaquén, con un trauma craneoencefálico severo, asociado a un edema cerebral con hemorragia. Además de esto, se le detectó una fractura en la base del cráneo que, en conjunto, le produjo la muerte tres horas después”, dictó el informe de Medicina Legal.
Nidia Romero, la mamá de la joven no supo de su paradero hasta que a las 12:30 de la tarde de ese 5 de marzo una de las amigas de Ana María la contactó para decirle que su hija había sufrido un accidente. Cuando llegó al hospital Simón Bolívar, los médicos le contaron el grave estado en el que había llegado su hija y que, debido al trauma craneoencefálico severo que tenía, sufrió un paro cardiorrespiratorio, lo que acabó con su vida a las 11:56 de esa mañana, así lo relató a El Tiempo.
Tras meses de luchas judiciales, de versiones confusas, y de que incluso la madre de Ana María Castro diera a conocer a la opinión pública que tenía pruebas de que Paul Naranjo había estado involucrado en otro asesinato, este último y Julián Ortegón fueron condenados por el delito de feminicidio agravado.
No obstante, aunque el caso llegó a una conclusión, Romero indicó al medio que aún quedan dudas sobre la participación en los hechos de Mateo Reyes, pues aunque se demostró que él no estaba en la camioneta cuando Ana María fue arrojada, no cree que él “haya estado invisible”.
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