Toda una trama se ha venido desarrollando en las últimas horas sobre cómo cayó Dairo Antonio Úsuga David, alias Otoniel, quien fuera el narcotraficante más buscado de Colombia y jefe del Clan del Golfo. Según se lo dijo él mismo a la Jurisdicción Especial de Paz (JEP), se entregó a las Fuerzas Armadas y no fue capturado como había dicho el Gobierno nacional.
Una versión que ha sido desmentida por el Ejército, la Policía, el mismo presidente Iván Duque, y ahora, también por la Embajada de Estados Unidos en Bogotá.
Luego de que se conociera lo dicho por Otoniel ante el tribunal de paz, el periodista Gonzalo Guillén publicó una entrevista en su portal La Nueva Prensa con un supuesto contratista de la DEA que contó que contactó al criminal para proceder a su entrega a la justicia de EE. UU. a través de su embajada en Bogotá.
“El señor Úsuga se identificó llamándome, cosa que me extrañó, porque yo no tengo ni tuve trato con él nunca. Hice los canales correspondientes, hablé con el agente del tema, se verificaron las voces, era él, y al final lo dejé para la conexión. Que el acercamiento de él fue a través de la Embajada de Estados Unidos es 100 % [cierto], porque yo lo canalicé”, contó el entrevistado.
Sin embargo, lo dicho por el señor Francisco Javier Neri, ciudadano estadounidense, y quien dice que sirvió por 29 años a la DEA y al FBI en la lucha contra el crimen organizado como infiltrado, fue controvertido rápidamente por la embajada, que además también desmintió que Otoniel se entregó.
“Estamos al tanto de los informes de un individuo que se presenta como contratista de la DEA de EE.UU. y que afirma haber coordinado con la Embajada de EE.UU. la captura de Otoniel. Este individuo no es un contratista de la DEA ni lo era en el momento de la detención de Otoniel, y no proporcionó ninguna información que condujera a la misma. La captura de Otoniel fue una operación del Gobierno colombiano y seguimos valorando los esfuerzos de las autoridades colombianas para garantizar la seguridad tanto de los colombianos como de los estadounidenses”, dijo la embajada.
Por su parte, el entrevistado de Guillén sostuvo que no está mintiendo y que si lo hace la justicia estadounidense tiene derecho a judicializarlo por divulgar documentos.
“Sobre el comunicado de la Embajada de EE.UU. en Colombia declaro que entiendo sus intereses políticos y diplomáticos, que no coinciden con mi función de periodista ni con la información que conozco sobre la entrega de “Otoniel”, de la cual me habló en Miami el Sr. Frank Neri”, escribió el periodista.
Según Otoniel, él sabía del operativo en su contra, que contó con un gran despliegue militar con más de 500 hombres. Y de acuerdo con lo que dijo ante el tribunal de paz, él abandonó su esquema de seguridad para entregarse a un grupo de cuatro soldados y un cabo. Se quitó la camisa y fue directamente hacia ellos gritando que le respetaran la vida, recogió El Espectador, medio que accedió a los detalles de esa audiencia.
Ese diario también conoció que el exjefe paramilitar dijo que no ha podido hablar con sus abogados y que tampoco sabe cuáles son los procesos e investigaciones que tiene en su contra.
Ante esta versión, el director de la Policía Nacional, general Jorge Luis Vargas Valencia, lo desmintió y aseguró que tiene todos los elementos operacionales que comprueban la operación que se realizó para dar con la captura de Otoniel.
Por su lado, el ministro de Defensa, Diego Molano, también desmintió la versión que entregó Otoniel. “Aquí lo que hubo fue una captura por parte de nuestra fuerza pública”, sostuvo el funcionario.
Igualmente, afirmó que la operación Osiris desplegó más de 500 hombres que lograron pasar los ocho anillos de seguridad que tenía el criminal, a quien Molano tildó como el narcotraficante más relevante del siglo XXI.
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