Los sectores políticos de ultraderecha se han quejado por un mural pintado debajo de uno de los puentes vehiculares de Bogotá y que corresponde al programa de la Alcaldía de Museo Abierto. En las imágenes se contaba la historia de la la brutalidad policiaca y el asesinato de jóvenes durante las protestas a manos, supuestamente, de uniformados de la Policía Nacional.
Debido a que la intervención artística fue financiada con recursos del Distrito Capital, el representante a la Cámara del Partido Conservador Juan Carlos Wills publicó un comunicado en el que anuncia que citará a la alcaldesa Claudia López a un debate de control político, pues dice no estar de acuerdo con que los fondos públicos se destinen a hacer graffitis.
Citaremos a la Comisión Primera a la señora Claudia López a un debate de control político para que le explique a todos los colombianos por qué se está gastando la plata de nuestros impuestos haciendo grafitis que lo que hacen es humillar y maltratar la labor de nuestra Policía Nacional.
Wills insistió en que la alcaldesa “debería estar gastándose la plata en miles de cosas que si necesita esta ciudad”.
“Se le está cayendo la ciudad a la señora Claudia López, viene a maltratar a nuestra Policía Nacional, por eso la vamos a citar”, criticó el Congresista de derecha.
El grafiti de la polémica
El pasado sábado 18 de diciembre fue inaugurado el espacio conocido como “El Pulpo de Puente Aranda”, en el lugar debajo del complejo de puentes vehiculares en la Avenida Américas con carrera 50, al sur de Bogotá. Allí seis colectivos artísticos adelantaron la pintura a cielo abierto de diferentes murales.
Es en este espacio está la pintura que retrata a un policía recibiendo una condecoración, rodeado de calaveras, que fue pintada en una de las columnas estructurales del puente. En otro de los costados, se ve al personaje golpeando a un joven.
Cada uno de los murales fue una propuesta colectiva. Los ganadores de la beca de estímulos realizaron talleres, conversatorios y actividades con las comunidades para dejar una parte de su su retrato en el museo abierto. El objetivo era desarrollar pinturas figurativas, realistas e hiperrealistas como lo había elegido la comunidad.
La pintura que ha generado polémica hizo parte del proyecto Utopías de andén, que intervino el costado oriental. El colectivo SaintCat Crew trabajó con los habitantes de calle y recicladores de cartón que habitan en esa zona, establecieron diálogo para recolectar ideas para el mural.
“El arte como forma de transmutación del dolor y de la emocionalidad es una cosa que tenemos que rescatar de ese tipo de procesos. Por eso es tan importante que el graffiti, aunque sea una expresión libre, está apalancada por procesos sociales que le den una profundidad estética”, aseguró uno de los artistas del colectivo.
Ciudadanos afines a la Policía borraron el mural
El pasado 19 de noviembre un grupo de ciudadanos radicales se vistió de negro, y con el rostro cubierto llegó hasta la obra de expresión artística y decidió borrar el mural con pintura blanca.
El video fue propagado por Papo Amin, un concejal del Centro Democrático, partido de ultraderecha, que además pidió reconocer a los radicales por la “labor cívica”.
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