Este sábado se inauguró el Museo Abierto de Bogotá, con el que el Distrito buscó aprovechar el espacio debajo de los puentes vehiculares de la ciudad para exhibir arte urbano. Tras conocerse la intervención, una de las pinturas ha generado críticas y un debate público en redes sociales, por hacer referencia a muertos y a la Policía.
El proyecto ya había iniciado con polémica, desde que se conoció la primera intervención del puente de la calle 170 con Autopista Norte a inicios de noviembre. La estructura era la primera de otras siete que fueron convertidas en lienzo para dar paso a 25 colectivos artísticos en la ciudad, ganadores de la convocatoria de estímulos MAB: pintura en espacio pública. Se destinaron 750 millones de pesos, 30 para cada uno de los beneficiarios de la beca.
Este sábado 18 de diciembre fue inaugurado el espacio conocido como “El Pulpo de Puente Aranda”, en el lugar debajo del complejo de puentes vehiculares en la Avenida Américas con carrera 50, al sur de Bogotá. Allí seis colectivos artísticos adelantaron la pintura a cielo abierto de diferentes murales.
Es en este espacio donde ha despertado polémica una pintura en especial que retrata a un policía recibiendo una condecoración, rodeado de calaveras, que fue pintada en una de las columnas estructurales del puente. En otro de los costados, se ve al personaje golpeando a un joven.
Cada uno de los murales fue una propuesta colectiva. Los ganadores de la beca de estímulos realizaron talleres, conversatorios y actividades con las comunidades para dejar una parte de su su retrato en el muso abierto. El objetivo era desarrollar pinturas figurativas, realistas e hiperrealistas como lo había elegido la comunidad.
La pintura que ha generado polémica hizo parte del proyecto Utopías de andén, que intervino el costado oriental. El colectivo SaintCat Crew trabajó con los habitantes de calle y recicladores de cartón que habitan en esa zona, establecieron diálogo para recolectar ideas para el mural.
“El arte como forma de transmutación del dolor y de la emocionalidad es una cosa que tenemos que rescatar de ese tipo de procesos. Por eso es tan importante que el grafiti, aunque sea una expresión libre, esté apalancada por procesos sociales que le den una profundidad estética”, aseguró uno de los artistas del colectivo.
En esa zona hubo varios grafitis y murales inspirados por la comunidad, como el retrato de la historia contada por los adultos mayores, un homenaje a los visitantes de los reclusos de la cárcel Modelo, visibilizar a la comunidad afro de la localidad, la diversidad sexual o la cultural que reúnen los diferentes barrios aledaños.
Sin embargo, la que ha llamado la atención es la que retrata al Policía por el choque de denuncia y negación de abusos cometidos por uniformados contra la ciudadanía. Políticos ya se han pronunciado en rechazo de la pintura a través de redes sociales.
“¿Esa es la renovación de los puentes de Claudia? Permitir más afrentas contra la Policía Nacional es inaceptable. Ahí sí no le da ganas de salir llorando en televisión. ¡Esto es una vergüenza!”, escribió, por ejemplo, la senadora María Fernanda Cabal.
“¿Esto hace parte del contrato de $3.200 MM para pintar puentes? ¿No hay plata para tapar huecos, pero Claudia López se gasta nuestros impuestos en pinturas que denigran a nuestras fuerzas armadas? La bajeza, el derroche y la incompetencia se dan la mano en esta alcaldía”, señaló el concejal, también del Centro Democrático, Andrés Forero.
El concejal Emel Rojas, preguntó directamente a la directora del Idartes, Catalina Valencia, sobre la pintura: “¿Se usaron recursos del Distrito para financiar este mural en contra de la Policía Nacional? Es necesario que le ponga la cara a la ciudad y explique semejante infamia contra miles de Policías en Colombia”.
A lo que la funcionaria aclaró cómo se había hecho esta intervención parte del Museo Abierto de Bogotá. “Utopías de Andén se desarrolló en cinco recorridos por la Ruta del Cartón en los cuales, en promedio, la agrupación tuvo contacto y recogió las impresiones, puntos de vista y opiniones de 20 personas en situación de calle y población recicladora que frecuenta y habita la Zona”.
La directora del Idartes afirmó que SaintCrew había ganado la convocatoria pública hecha en abril de este año. Además, agregó que está amparado por ley. “Es de resaltar que la constitución política de Colombia en su artículo 71 indica que: la búsqueda del conocimiento y la expresión artística son libres; a sí mismo la ley general de cultura en el ART. 1 numeral 4 dice: “En ningún caso el Estado ejercerá censura sobre la forma y el contenido ideológico y artístico de las realizaciones y proyectos culturales””, sostuvo la funcionaria.
La pintura se conoce en medio de cuestionamientos a la Policía en Bogotá y el país. Esta semana, la Alcaldía publicó el informe de una relatoría independiente, dirigida por el exdefensor del Pueblo Carlos Negret, que señaló a la institución castrense de estar relacionada con 11 de las 14 muertes ocurridas entre el 9 y el 10 de septiembre de 2020 en manifestaciones tras la muerte por abuso policial de Javier Ordóñez.
A ese informe se agregó el de la Oficina para los Derechos Humanos de la ONU en Colombia, en el que se sostiene que durante las manifestaciones del paro nacional, entre el 28 de abril y julio de este año, murieron al menos 63 personas, entre las cuales miembros de la Policía son los presuntos autores de al menos 28 casos y más de 16 agresiones sexuales.
Ahora bien, de acuerdo con el informe Algo Huele Mal de la ONG Temblores, en 2018 se registraron 420 casos de agresiones físicas contra habitantes de calle, de las cuales, pese al subregistro, el 20% señalaba como autor a un miembro de la fuerza pública. Sin embargo, la mayoría de los casos no tenían registro del agresor y no se conoce el porcentaje de personas que no denuncian.
De acuerdo con la Universidad Distrital, con base en los censos de habitantes de calle del año 2017 y 2019, se puede determinar que hay una “asociación positiva entre cantidad de habitantes de la calle y la proporción de víctimas del abuso policial, destacándose que Bogotá, Barranquilla y Bucaramanga se encuentran por encima de tal tendencia”, según el docente investigador Óscar Alfonso.
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