En diez días la Alcaldía deberá reubicar a los indígenas Embera asentados en el Parque Nacional de Bogotá

Los indígenas que se acercan a tres meses en el Parque Nacional Olaya Herrera deberán estar en un refugio del Distrito para el año nuevo

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Campamento indígena Parque Nacional de
Campamento indígena Parque Nacional de Bogotá (Colprensa -Álvaro Tavera)

En fallo a una tutela presentada por el personero de Bogotá Julián Pinilla, el Juzgado Tercero de Pequeñas Causas de Suba le ordenó a la Alcaldía varias acciones para proteger a los indígenas Embera en el Parque Nacional y determinar un espacio con todas las condiciones para su reubicación.

El fallo ordena a la administración finalizar la caracterización de todos los indígenas que se encuentran en campamentos improvisados en ese sector del centro de la ciudad, para identificar las necesidades de la población, brindar condiciones mínimas en salud, alimentación y agua potable.

“Con esta caracterización se podrán cumplir en gran medida uno de los aspectos y es que se generen medidas con un enfoque diferencial étnico para la garantía de los pueblos constitucionales e indígenas”, sostuvo el personero Pinilla.

El fallo, citado por el diario El Espectador, agrega que el Distrito deberá, en los próximos 10 días, identificar “un bien inmueble que garantice las condiciones de habitabilidad, identidad étnica, cultural, costumbres religiosas y/o ancestrales, sin que ello implique la segregación de las familias, mientras se resuelve la situación de retorno a los territorios”.

No puede haber una sola persona en Bogotá con necesidades, con vulneraciones de sus derechos básicos fundamentales. Hacemos este llamado a la administración distrital para que garantice temporalmente la protección de los derechos de las comunidades indígenas asentadas en el parque nacional con miras a lograr soluciones efectivas hacia un futuro”, agregó el personero distrital.

El fallo también insta a los líderes y a la comunidad indígena que permita el ingreso al campamento de los funcionarios de la Alcaldía de Bogotá para garantizar la atención, y poder finalizar la caracterización necesaria para formular decisiones.

La tutela fue interpuesta por Pinilla luego de que un menor de poco más de un año murió en el campamento producto de las precarias condiciones de habitabilidad y, según dijo, tras lo cual no se habían mejorado los servicios para la población.

Tras admitir la tutela, la juez ordenó a la administración distrital que en un término de 8 horas, el pasado 14 de diciembre, debía garantizar las condiciones mínimas de servicios de salud, alimentación, agua potable, elementos de aseo personal, manejo de residuos sólidos y desagüe, para que esta comunidad pueda gozar de condiciones sanitarias de habitabilidad, mientras es reubicada.

Desde la fecha se cuenta con unidades de atención en salud permanentes para los indígenas asentados en la zona, quienes habían solicitado ese servicio antes de que se produjera la muerte del niño, por complicación de una virosis diarreica.

Sin embargo, según informó la Alcaldía, al día siguiente el hermano (2 meses) del menor fallecido también presentó quebrantos de salud y la familia impidió el ingreso de los funcionarios. “Al momento de intentar realizar la atención requerida, el equipo de la Secretaría Distrital de Salud no logró proceder con el traslado, dado que su acudiente no lo autorizó y adicionalmente suspendió el suministro de oxígeno, y solo minutos después permitió la remisión al hospital San Ignacio por la condición médica del menor”, aseguró la entidad.

Hasta el momento, la Alcaldía ha ofrecido tres espacios para el traslado de los indígenas, uno en el parque La Florida que han rechazado por su distanciamiento con el centro de la ciudad, donde pueden conseguir sustento; una bodega en la localidad de Los Mártires que han rechazado por sus condiciones y debido a que era un matadero. Ahora, se estudia un predio en Ciudad Bolívar del que han hecho reconocimiento por parte de los indígenas, pero que no ha sido aceptado aún.

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