Al cumplir un año desde que los comerciantes de Barranquilla (Atlántico) y su área metropolitana denunciaran que grupos delincuenciales organizados que operan en el departamento los están atemorizando, la crisis continúa y se está agravando este fin de 2021. Desde la Unión Nacional de Comerciantes (Undeco) aseguraron que este gremio ha trabajado con miedo porque los criminales los están presionando psicológicamente a través de llamadas extorsivas.
La presión está surtiendo efecto pues los comerciantes están accediendo a pagarle a los delincuentes a cambio de que los dejen trabajar. Incluso, en casos extremos, los afectados están vendiendo sus negocios, nombran administradores o se mudan de barrio para garantizar su seguridad.
“Lo que sabíamos es que se ejerce una presión tan fuerte que el comerciante opta por pagar creyendo que va tener solución, pero al mes o dos meses le llegan con otra solicitud a veces a nombre de la misma banda o otro grupo, donde el comerciante siente que no puede seguir sosteniendo estos pagos y entonces entra la presión psicológica y opta por cerrar el negocio como ha ocurrido en Barranquilla”, dijo Orlando Jiménez, vicepresidente de la Undeco, en el programa radial Atlántico en Noticias.
Con este panorama, según Undeco, ya 50 tiendas han cerrado sus puertas en Barranquilla y su área metropolitana.
El dinero cobrado por los extorsionistas estarían llegando a grupos narcoparamilitares con el fin de financiar la compra de armas, además de pagar por la ejecución de actividades ilícitas como el narcotráfico y el microtráfico.
Hay que recordar que la comunidad está denunciando estos hechos desde hace meses. Además, la misma Defensoría del Pueblo emitió una alerta temprana el pasado 13 de agosto en la que advierte el aumento de extorsiones y homicidios en Barranquilla y su área metropolitana, conformada por Soledad, Malambo, Puerto Colombia y Galapa. El organismo de control adviertió que hay 28.430 personas en riesgo, y entre ellos hay comerciantes, docentes, activistas, trabajadores informales y comunidades indígenas y afro.
Señaló que la organización más fuerte que opera en el departamento son Los Costeños y su recientes reconfiguraciones como Los Nuevos Rastrojos y el Nuevo Bloque Costeño. También mencionó al Bloque Central Renacer, Los Papalópez, Los Vega y Los Meleán. Además, no se descartó la presencia de otros actores armados como las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), más conocidas como Clan del Golfo.
Jiménez dijo que además de cobrar el dinero, es muy probable que las extorsiones busquen sacar a los comerciantes de sus locales para que testaferros de Los Costeños puedan comprarlos. El objetivo de esto sería tener sedes desde donde operar y así ganar control del territorio.
“Es posible que se esté dando esto porque aquí tenemos negocios que tienen un precio determinado y a última hora terminan vendiendo el inmueble con el establecimiento de comercio a un 20 o 30 % menos de lo que puede costar”, explicó el líder gremial.
Para afrontar la situación, la Policía Metropolitana de Barranquilla (Mebar) y la Policía del Atlántico aseguraron que ya están investigando a los extorsionistas. Además, se seguirá difundiendo el cartel de los más buscados en el departamento para así vincular a los ciudadanos y capturar rápidamente a los criminales.
Todos los que aparecen en la lista son hombres y tienen órdenes de captura relacionados con extorsión, hurto y drogas. La Policía señaló que son presuntos integrantes de grupos delincuenciales que se disputan el control de las zonas de Barranquilla y sus municipios aledaños para cobrar rentas del tráfico local de estupefacientes.
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