Este 16 de diciembre la plenaria del Senado hundió la reforma que reduce las vacaciones de los congresistas, autoría del parlamentario Gabriel Santos (Centro Democrático).
Santos buscaba quitar un mes a las vacaciones que los congresistas tienen entre el 16 de diciembre de 2021 y el 16 de marzo de 2022. De esta manera, los legisladores empezarían sesiones a partir del 16 de febrero, ganando tiempo para más debates y minimizando el problema del que alcanzó a sufrir el propio acto legislativo.
“Hoy es un día oscuro para el Congreso. La Plenaria del Senado desintegró el quorum justo cuando íbamos a debatir nuestro proyecto para reducir las vacaciones de los Congresistas, dejándonos sin tiempo para dar el último debate. En 30 segundos se acaba el trabajo de un año”, escribió Santos.
Además de las dificultades expresadas por Santos durante el recorrido de este proyecto por la Cámara, el representante señaló en repetidas ocasiones que eran muchos los intereses que buscaban engavetar esa iniciativa. Una de las más significativas fue la acusación que Santos hizo de que su copartidaria, y actual presidenta de la Cámara, Jennifer Arias, de ser la “sepulturera” de su proyecto.
Si bien los congresistas puede seguir legislando en plenarias extraordinarias, por tratarse de una enmienda a la Constitución el articulado no puede tramitarse en ese periodo.
Las reacciones no se hicieron esperar. El candidato al Senado Carlos Fernando Galán aseguró: “es una vergüenza que el Senado haya hundido el proyecto de Gabriel Santos para reducir el receso legislativo. Gabriel, hay que insistir. El Nuevo Liberalismo va a apoyar esa iniciativa a partir de julio del año entrante”.
El proyecto consideraba reemplazar la fecha en que comienza el segundo periodo de sesiones en cada legislatura del Congreso de la República, hoy establecida en el 16 de marzo de cada año, con el propósito de que las sesiones del Congreso se reanuden el 16 de enero de cada año.
“Se amplía en dos meses más el segundo periodo en cada legislatura, lo cual permitirá el trámite de más iniciativas de reforma al ordenamiento jurídico, más tiempo para la discusión detallada y cualificada de los grandes temas que interesan a los ciudadanos, más espacio para el control político y para el desarrollo de las demás funciones propias de cada Cámara y de las Comisiones Permanentes, Especiales y Accidentales”, argumentó Santos.
También, se lee en el texto de la iniciativa que el país necesita un Congreso con periodos de receso breves que no interrumpan radicalmente las dinámicas del trabajo legislativo. En conclusión, hoy es posible constatar debates nacionales de gran entidad que reclaman soluciones en el escenario natural de la democracia, lo cual amerita incrementar el volumen de sesiones de manera significativa ampliando el período de sesiones ordinarias en un 25 %.
La pelea entre Santos y Arias agitó al Centro Democrático pues ambos son de ese mismo partido. Tanto así que el expresidente Álvaro Uribe se tuvo que pronunciar.
El pasado 14 de septiembre, el congresista fue más allá y decidió pegar por todo el Congreso carteles con el nombre de la presidenta de la Cámara y un mensaje de “Se busca”.
“Hoy la sepulturera de ese proyecto es la presidenta Jennifer Arias, de quien tenemos evidencia de que alguien de su oficina firmó un recibido el 12 agosto. Más de un mes escondido en una gaveta. Ese proyecto por sus características está muy cerca de hundirse y, en caso de que sea así, la responsable única de seguir manteniendo esos privilegios que tanto le duelen a la ciudadanía es la doctora Arias”, había argumentado Santos.
Ante las acciones de Santos para lograr la firma de Arias, el expresidente Álvaro Uribe se mostró molesto. A través de Twitter expuso: “He sido respetuoso con los integrantes del Centro Democrático, nunca he sido amigo de censurar la palabra, sin embargo, debo censurar el irrespeto a Jennifer Arias, presidente de la Cámara de Representante”.
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