El pasado 22 de octubre, el Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado (Movice) protestó en contra de la intención de Jorge Rodrigo Tovar, hijo del exparamilitar Jorge 40, de aspirar a una de las 16 curules que fueron pactadas en el Acuerdo de Paz establecidas para las víctimas del conflicto armado. La Corte Constitucional y el Consejo de Estado revivieron esas curules para que haya una representación de estas partes en el Congreso para los periodos constitucionales 2022-2026 y 2026-2030. En una entrevista con Blu Radio, el hombre pidió no ser tachado por las acciones de su padre.
“Consideramos como una afrenta a la dignidad y a la memoria de las más de 21.000 víctimas que ha dejado el paramilitarismo en Colombia, que Jorge Rodrigo Tovar, hijo del ex paramilitar ‘Jorge 40′ pretenda hacer parte de las 16 curules establecidas para las víctimas, en el Acuerdo Final de Paz”, comentó, textualmente el Movice, organización compuesta por víctimas de delitos relacionados a las ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas, tortura, desplazamiento forzado, despojo, amenazas, entre otros flagelos de la violencia en Colombia.
Movice recordó que, según el Observatorio Nacional de Memoria y Conflicto del CNMH, existen 1′020.332 hechos victimizantes asignados al Bloque Norte de las Autodefensas Unidas de Colombia bajo el mando de Rodrigo Tovar Pupo, alias Jorge 40.
Tovar Pupo, alias Jorge 40, de acuerdo con lo que describe María Teresa Ronderos en ‘Guerras Recicladas’, comenzó traficando armas para las AUC, sin embargo, en 1999, le fue ofrecido el comando del Bloque Norte de ese grupo armado al margen de la ley por parte del jefe paramilitar Salvatore Mancuso, a quién había conocido en Bogotá y quien se había convertido en su mentor en temas de armas.
En septiembre del 2020, luego de estar doce años en los Estados Unidos, país en el que pagó una pena por narcotráfico, aterrizó en Bogotá. En Colombia le esperaban 35 órdenes de captura vigentes, 40 medidas de aseguramiento y 1.486 investigaciones penales por masacres, desplazamientos, torturas y desapariciones.
“Yo tengo mis manos limpias, yo le he dedicado mi vida al trabajo honesto, al trabajo sincero, al trabajo de frente con las víctimas del conflicto armado (...) usted no me puede juzgar por lo que hizo mi papá (...) yo soy víctima del conflicto armado registrado”, dijo Tovar, en la entrevista con la emisora, en la mañana de este 16 de diciembre. Jorge Rodrigo es abogado, y se autoproclama como ‘hijo de la guerra, padre de la paz’.
De acuerdo con lo que detalló en ese medio de comunicación, no solo le fue arrebatada la posibilidad de tener un padre, sino que, a su vez, el conflicto armado colombiano le quitó a su tío, quien tomó ese papel durante su niñez. Fue desplazado en varias ocasiones de Valledupar y de otras ciudades del país debido a amenazas de muerte en su contra. “La violencia destrozó mi familia”, resaltó antes de relatar que lleva más de siete años trabajando por las víctimas.
“Esta posible postulación de Jorge Rodrigo Tovar es otra clara muestra del negacionismo que se quiere imponer por parte de las élites que se han mantenido en el poder, mediante la instauración de un proyecto basado en la intimidación, la violencia, el fraude electoral y el despojo a lo largo y ancho del territorio nacional”, señaló el movimiento de víctimas del Estado, el pasado mes de noviembre, ante la ahora oficial candidatura.
Según reveló, su nombre se encuentra postulado en la circunscripción número 12, la que comprende 13 municipios de tres departamentos: La Guajira, El Cesar y El Magdalena. “Todos somos víctimas. Más de 9′200.000 personas somos víctimas, pero, además, es que esas víctimas a mi ya me conocen. Jorge Rodrigo Tovar no es nuevo en este tema (...) lleva más de siete años trabajando y dándole la cara a las víctimas en el departamento del Cesar. En el 2015 trabajé en la Oficina Asesora de Paz atendiendo a las más de 400 mil víctimas de ese departamento”, detalló en la entrevista.
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