Para la tarde del pasado miércoles 15 de diciembre estaba programa la audiencia de imputación de cargos por parte de la Fiscalía General de la Nación en contra Antonio Figueredo Moreno, el médico que fue acusado de agredir a diferentes mujeres en el departamento de Santander. El cirujano, que deberá responder ante la justicia por los presuntos delitos de acceso carnal violento en concurso heterogéneo con violencia intrafamiliar, no se presentó a ese compromiso, según él, porque se encontraba enfermo. De acuerdo con lo que explicó Jaime Lombana, abogado de una de las víctimas, una mujer identificada como María Paula Pizarro, el hombre presenta afectaciones estomacales.
“Esta audiencia no se pudo realizar porque el médico de Figueredo, a través de su abogado, presentó una excusa de la clínica Marly, lo cual es increíble (...) por tener una diarrea con una incapacidad de cuatro días. La propia excusa es contradictoria porque dice que se encuentra hidratado, está consciente y es febril, pero eso se ha presentado como excusa para aplazar y no comparecer”, aseguró la defensa de Pizarro. La audiencia, ahora, fue reprogramada para el próximo 30 de diciembre a las 9:00 a.m.
A la espera de la nueva fecha para cumplir con ese compromiso legal, Lombana detalló que Figueredo es un “depredador violento, una persona sin ningún tipo de arrepentimiento, es un psicópata agresivo que pone en riesgo no solo a María Paula, como víctima, sino a otras víctimas”. En una entrevista con Blu Radio, recalcó que las actitudes del acusado solo demuestran señales de ‘cobardía’.
Luego de la que habría sido la audiencia de imputación de cargos, se esperaba que Figueredo terminara en la cárcel. La defensa de la víctima, a modo de prevención respecto a la posible inasistencia del cirujano, aseguró que si el hombre no se presentaba, se aceleraría su paso en una de las penitenciarias del país. “Se buscarán los mecanismos de ley, no vamos a permitir ningún tipo de aplazamiento, cualquier maniobra dilatoria que realice su defensa, en caso de que se llegara a dar, nosotros como víctimas pediríamos su captura”, expresó el abogado, en testimonios destacados por Caracol Radio.
El hombre fue acusado, inicialmente, por María Paula Pizarro, también médica de la Fundación Cardiovascular (FCV) de Floridablanca. Ella aseguró que el hombre la golpeó el viernes 12 de noviembre. “Me acostó y me quería ahorcar”, le narró a Medicina Legal.
“Nos montamos al carro y empieza a decirme que yo no merecía ir a un hotel. Me lleva a una residencia, me pide que le baile, yo le digo que no. Entonces me quitó el celular, empezó a ver algunos mensajes de mis amigos, y me dio un puño en el ojo izquierdo. Luego me tiró al piso, me empezó a pegar patadas, yo me puse en posición fetal y como pude me subí al carro (...) Me llevó al sótano de un parqueadero y me dijo que me tenía que perder, que no podía llegar así a la casa”, añadió la mujer en el informe médico.
A ella se sumó la anestesióloga Érika Plata, quien relató que fue agredida por ese hombre entre 2012 y 2013. Figueredo fue apartado de su cargo en la Fundación Cardiovascular de Colombia, en Bucaramanga, luego de la primera denuncia. “Me empujó, ingresó el apartamento, comenzó a golpearme, me voy al piso, me mordió, me arañó, intentaba pararme, pero me golpeaba. Me daba puños en la parte posterior de la cabeza, en la mandíbula, me intento bajar los pantalones, la ropa interior, yo le di una patada y salí corriendo a la habitación (...) Había rayado mi apartamento de perra y zorra, había estallado mi celular”, recordó en la W Radio.
Una tercera mujer, que pidió mantener la reserva de su identidad, por seguridad, también habló de las actitudes violentas del médico ante la misma emisora. Tiene 43 años, y asegura haber tenido una relación con aquel hombre en el 2015. La relación entre ambos duró cerca de 16 meses. Ella declaró que Figueredo la golpeó, incluso, le rompió un diente en medio de una de las agresiones. Las tres mujeres aseguraron que el médico se mostraba violento bajo justificaciones de celos.
“Es un hombre que está acostumbrado a maltratar a las mujeres física y verbalmente, era lo peor. En dos ocasiones, una de la más terribles, me llamó a su apartamento, yo fui, me cogió del cabello, me entró (...) Como lo dicen las otras víctimas, coge mujeres jóvenes, de hecho, tengo un diente fracturado por él, es interno, y fue gracias a él, eso no tiene que seguir pasando”, contó la víctima.
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