“Que tristeza que ni siquiera tuvieron la delicadeza de contestarnos y decir que no había espacio para nosotras”, Las madres de Soacha, el grupo de mujeres que desde hace más de diez años se unieron para pedir justicia por sus hijos desaparecidos y asesinados, aseguró que el Pacto Histórico, movimiento que han apoyado y que, supuestamente, las estaba acompañando en su lucha, las dejó en visto frente a las intenciones de hacer parte de la lista al Congreso para las elecciones de 2022.
Según contaron a través de su cuenta de Twitter y posteriormente en un comunicado que entregaron a la opinión pública, hicieron todo el proceso correspondiente para hacer parte del movimiento y del listado, “sin embargo nos dejaron en visto dilatando todo. Sin dar la cara”.
Inclusive, cuando el Senador Gustavo Bolivar intentó explicar la situación, las mujeres respondieron de manera tajante que las habían usado, pues durante mucho tiempo el Pacto Histórico las llamó para hacer política, asistir a eventos, rechazar los Falsos Positivos y exigir explicaciones al Gobierno de Uribe, pero a la hora de permitirles participar de las decisiones del país, no las quisieron incluir.
“Fuimos utilizadas y burladas”, aseguraron:
Por el momento Gustavo Petro, líder del Pacto Histórico no se ha pronunciado frente a estos señalamientos, pero las madres de Soacha dejaron claro que debido al modo en cómo las trataron esta vez van a pedir que ningún movimiento, político o partido vuelva a llamarlas para hacer trabajos en conjunto, pues no les interesa volver a participar de estas actividades.
Sin embargo, dejaron claro que van a seguir trabajando hasta que se haga justicia y se resuelvan los casos de los 6.400 falsos positivos.
Un millón de pesos pagaban por los ‘falsos positivos’ de Soacha: así se planearon los asesinatos en el Catatumbo:
Tras la imputación de cargos por parte de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) contra 10 exmilitares del Ejército y un civil por ‘falsos positivos’, la Sala de Reconocimiento explicó punto por punto cómo se dio uno de los casos más conocidos en el país en el marco de lo que el mismo Tribunal de Paz calificó como crimen de lesa humanidad: los jóvenes de Soacha (Cundinamarca).
La estrategia de asesinar a civiles inocentes de Soacha, Bogotá, Aguachica (Cesar), Gamarra (Cesar) y Bucaramanga (Santander), se dio como una estrategia criminal alterna por parte de miembros del Batallón de Infantería No. 15 “General Francisco de Paula Santander” (BISAN) y de la Brigada Móvil No. 15 que operaba en Ocaña debido a que los habitantes del Catatumbo(Norte de Santander) empezaron a denunciar que militares de estas unidades estaban haciendo pasar a sus vecinos, amigos y conocidos como guerrilleros muertos en combate.
Esta nueva modalidad empezó a ejecutarse desde el 6 de diciembre de 2007 y se extendió hasta el 25 de agosto de 2008, pero el BISAN y la Brigada 15 ya llevaban todo un año asesinando inocentes en el Catatumbo, exactamente desde enero de 2007. Pero para ese día de diciembre, la comunidad citó una reunión en la que denunciaron que sus conocidos y familiares estaban siendo asesinados.
Las labores realizadas por el grupo de reclutadores eran principalmente tres. Primero, elegir las víctimas y engañarlas para viajar al Catatumbo. Segundo, asegurar y acompañar el traslado de los jóvenes por vía terrestre hasta Ocaña. Y tercero, retener a las víctimas y entregarlas a los uniformados en la fecha, hora y lugar determinado por la respectiva unidad militar. Sin embargo, en algunas oportunidades estos terceros civiles cumplieron labores adicionales como la de conseguir armas en el mercado negro para poder legalizar los cuerpos de las víctimas e incluso la de participar en la comisión de la muerte.
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