Este 14 de diciembre en las horas de la mañana se registraron dos atentados terroristas en el aeropuerto Camilo Daza de Cúcuta, Norte de Santander. Una bomba estalló entra la cerca del aeropuerto, la otra bomba instalada en una maleta estalló y cobró la vida de dos policías expertos en la desactivación de explosivos.
Los dos policías identificados como William Bareño y David Reyes, que se disponían a desarmar un artefacto explosivo que estaba tirado en el suelo, murieron cuando este les estalló en las manos.
“Cuando los policías llegaron encontraron otro maletín junto al cuerpo desmembrado en el que había otro explosivo que fue el que al parecer acabó con las vidas de los dos agentes”, expresó a Semana el MinDefensa.
Ahora tras pasar un día de la tragedia Belkys Báez, esposa del intendente Bareño, que tenía 42 años de edad, habló con la emisora W Radio y narró su historia junto al uniformado y las convicciones de su esposo como explosivista. Sin embargo, lo más llamativo de sus historia fue que Báez aseguró que su esposo no contaba con los equipos adecuados para desactivar la bomba en Cúcuta.
“No firmaron las cartas para entregarles equipos, porque no habían equipos. El robot estaba dañado, el traje no lo tenían y no sé a quién le corresponde decidir cuándo entregarles dotación. Pero todo eso ahora es tema de investigación”, dijo Belkys en medio de una profunda tristeza.
En el espacio además, denunció que no era algo nuevo, sino que el problema de dotación venia de tiempo atrás, pero que Bareño seguía trabajando y cumpliendo su labor por un tema de vocación.
“Él seguía trabajando por vocación y porque sabía que había un peligro que ponía en riesgo la vida de mucha gente”, anotó.
Bareño Ardila, era oriundo de Barbosa, Santander y llevaba 21 años y 9 meses prestando servicio en la institución estaba pensando en retirarse “Mi esposo había dicho que la situación estaba muy complicada en el departamento y que en febrero se iba a retirar, porque él quería estar más tiempo con nuestra familia y llegó un tiempo en el que el miedo le llegó y ya no pudo más con él”, dijo la esposa del uniformado.
En diálogo con Blu Radio, el padre de Bareño, Angelino Bareño, contó algo similar, en medio de lágrimas, mencionó que su hijo estaba considerando retirarse de la institución pues quería pasar más tiempo con su familia.
“Me dijo que había pensado retirarse de la institución en junio del próximo año, me había comentado el tema”, recordó Angelino Bareño en su diálogo con la emisora, señalando que la última vez que vio a su hijo fue el pasado mes de noviembre, cuando visitó a sus padres en Barbosa (Santander).
Ante las declaraciones hechas por Belkys, se pronunció el director de la Dijin, general Fernando Murillo por la misma emisora radial y aclaró que para el procedimiento se llevaron acabo los procedimiento correspondientes.
“El procedimiento que ellos hicieron está acorde a los protocolos. Ellos no estaban desactivando un artefacto, lo que hacen a su llegada es una verificación de la zona utilizando un canino antiexplosivos”, dijo el general Murillo.
Además, agregó que si bien si existe un problema con los trajes especiales contó que, en coordinación con el gobernador de Norte de Santander se lograron 350 millones de pesos para suplir la necesidad. Pero ratificó que para el procedimiento donde murieron los uniformados no era necesario dicho elemento.
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