Aún nos encontramos inmersos en las consecuencias que trajo la pandemia por covid-19 con el surgimiento de nuevas variantes y la aparición incesante de nuevos casos; aunque el regreso a clases presenciales en el país ya es una realidad por decreto, el futuro de la educación aún es incierto, por lo que, según los expertos en educación, es importante que las instituciones no dejen de buscar nuevos planes y modelos educativos no sólo para recuperar el tiempo perdido durante la pandemia, si no para actuar ante cualquier eventualidad que se llegue a presentar.
La educación basada en competencias (EBC) no es un término nuevo, pero sí es una realidad cada vez más cercana, este es un modelo de aprendizaje que prioriza las competencias que adquieren los alumnos por sobre el tiempo que pasan en clase.
“Este concepto que surgió en la década de 1960 en los Estados Unidos apareció como una reacción ante la inquietud de que a los estudiantes no se les estaban enseñando las habilidades que necesitarían después de graduarse. En este modelo los estudiantes son evaluados según el dominio que tienen de las habilidades o los resultados de aprendizaje que obtienen. Por eso, el ritmo de aprendizaje es mucho más individualizado. Y hasta se puede acelerar considerablemente”, explicaron desde D2L, expertos en tecnología de aprendizaje y la enseñanza.
El futuro de Colombia estaría en este modelo, según contaron desde la entidad, ya que este es un método de enseñanza muy rápido y eficiente, permite que el tiempo de aprendizaje se personalice en función de las posibilidades individuales del alumno, esta flexibilidad permite recuperar en poco tiempo los contenidos perdidos tras más de un año de pandemia o por cualquier otro motivo que haya llevado a un alumno a aprender menos de lo que podría en un periodo determinado.
La EBC es posible en todos los niveles educativos: En la enseñanza superior, por ejemplo, las actividades pueden hacer un mayor hincapié en la autonomía de los alumnos, mientras que en la enseñanza básica es posible desarrollarla en paralelo con las actividades propuestas para toda la clase.
Se dio a la tarea de identificar las ventajas que brinda la EBC tanto a las instituciones como a los alumnos.
Acelera el proceso de aprendizaje: Es un método de aprendizaje que se adapta a las posibilidades y particularidades del alumno, no se mide por el tiempo, sino por la comprensión de los contenidos, el desarrollo de habilidades y competencias, un elemento variable para cada estudiante.
Puede aplicarse en cualquier modalidad de enseñanza como la metodología híbrida, la enseñanza a distancia y la presencial. En el caso de la enseñanza híbrida y a distancia, el éxito dependerá también de la inclusión de la tecnología, un componente que colabora en el proceso de aprendizaje. Lo principal es que las actividades se desarrollen de forma que puedan mejorar las competencias de los alumnos a partir de un flujo de enseñanza personalizado.
Promueve una enseñanza flexible para que el alumno tenga autonomía en lo que va a aprender y en el tiempo de dedicación a los estudios. Además, la maleabilidad es un aspecto esencial para motivar el aprendizaje, ya que el contenido está más ligado a los intereses individuales y, por tanto, más alineado con las aptitudes y objetivos del estudiante.
Promueve la personalización de la educación, de esta manera el estudiante puede personalizar el proceso de aprendizaje en función de sus necesidades y también de las competencias que necesita desarrollar. La personalización estimula y motiva al alumno, que ve más valor en los contenidos, y también permite a los profesores hacer un seguimiento más específico, identificando las dificultades y cualidades de cada alumno.
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