La muerte de Leonel Martínez Mendoza, un joven médico del municipio de Calamar, en Guaviare, sigue sin resolverse. En los últimos días el caso, que ha sido ignorado por las autoridades, tomó dos rumbos que podrían impedir su esclarecimiento y revictimizado a su madre.
El joven fue posiblemente secuestrado el 11 de septiembre cuando hombres armados llegaron a su vivienda y le pidieron un favor por los estudios en medicina que adelantó en Cuba y de los que se había graduado, pero no podía ejercer, por trabas burocráticas, en el país. El 27 de ese mes, el Ejército ejecutó un bombardeo en contra de alias Ferney en la frontera con Guainía y desde ese día su madre lo busca porque cree que cayó muerto en ese campamento.
Magaly Mendoza, la madre, llegó a Villavicencio donde fueron enviados los cuerpos a Medicina Legal y allí le confirmaron que el cuerpo de su hijo hacía parte de los “dados de baja” en el operativo, por lo que desde ese momento empezó a buscar aclarar que su hijo no hacía parte de un grupo armado, sino que había sido secuestrado.
De acuerdo con el diario El Espectador y el portal Vorágine, desde ese instituto le entregaron un cuerpo a una funeraria para que procediera al sepelio. No se lo entregaron directamente a Magaly por protocolos, sino a la entidad.
El cuerpo fue trasladado a Fortul donde esperaban enterrarlo, finalmente, porque era el lugar donde nació. Sin embargo, ella sintió la necesidad de abrir el féretro, aunque los funcionarios de la funeraria le dijeron que en ese tipo de procedimientos no podían ver el cuerpo.
Ella, pese a las advertencias y el deterioro del cuerpo, decidió abrir el ataúd y romper las múltiples capas de plásticos y bolsas que envolvían al difunto. Pero al verlo se llevó la dolorosa confirmación de sus sospechas, le habían entregado un cuerpo que no correspondía al de su hijo.
La mujer confirmó a Vorágine que no se trataba de Leonel porque los rasgos físicos no correspondían con los de su hijo, no tenía un lunar grande que identificaba al médico en su cuello y tenía una dentadura blanca que tampoco era igual a los dientes amarillos de su hijo o uno de los dientes que se rompió cuando era pequeño al chocar con un taxi.
Magaly continúa buscando a su hijo y exigiendo respuestas de las autoridades para esclarecer lo sucedido y el paradero de su hijo. Pero el caso también se ha visto envuelto en situaciones que podrían demorar su solución y las autoridades no han entregado información, como sostuvo la revista.
La Asociación de Médicos Internos Residentes Extranjeros (AMIREX) que ha abanderado la lucha por respuesta en el caso, denunció también en las últimas horas que pese a la solicitud de que el caso sea llevado por la Fiscalía, habría pasado a la Justicia Penal Militar.
“Aún sin respuesta de Iván Duque, Presidencia de la República de Colombia, Diego Molano Aponte, Ministerio de Defensa Nacional, nuestra asociación ha recibido información que el caso de la muerte de nuestro colega se ha desviado a la Justicia Penal Militar, siendo este un atropello más, y exigimos a las autoridades, entes de control como Procuraduría General de la Nación y ONG’s, así como a la CIDH que la investigación al rededor de todos estos hechos se realice mediante la justicia ordinaria”, sostuvo la organización.
AMIREX también continúa en el proceso por la convalidación del título de Leonel Martínez, quien se graduó de medicina en Cuba gracias a una beca. Él se encontraba adelantando los trámites para poder ejercer su profesión en el país, cuando fue forzosamente desparecido. Tenía la confianza de que con el título, habría logrado huir de esa situación de conflicto. Su madre espera que ya no lo llamen guerrillero al confirmarse que es médico profesional.
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