Cuando un niño está en condición de adopción en Colombia, es porque en medio de un análisis de su entorno, se determinó que le fueron vulnerados sus derechos fundamentales como el derecho a la educación, a una vida bajo buenas condiciones y a tener una familia, tema que en el país se vive diariamente y por el que 4.236 niños están a la espera que cambiar sus vidas junto a una nueva familia.
Según el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), el número de solicitudes aprobadas actualmente ronda el 98 por ciento. Pero a pesar de esta tasa, la cifra de adopciones en el país se ha mantenido estancada durante los últimos 10 años.
De acuerdo con cifras del ICBF, a corte de octubre de 2021, por año la cifra de adopciones promedia entre los 1.000 y 1.300 casos, y aunque no es un número menor, sí podría ser más alto.
Podría ser más alto, debido a que se hacen comparaciones con las cifras que se dieron entre los años 90, cuando la media anual se daba entre 2.500 y 3.000 adopciones, las cuales se mantuvieron hasta el año 2011, pero desde entonces se empezó a ver un caída abrupta que llevó a la mitad de estas cifras.
Lo preocupante del caso que los colombianos no quieran adoptar a un niño, es que ni con la Ley 1878 de 2018, la cual estableció un término para que las solicitudes de adopción tuvieran una mayor celeridad en los tiempos del proceso, impidiendo que los casos permanezcan engavetados durante años, no ha dado resultados, pues desde esas facilidades hasta la actualidad no se han presentado aumentos relevantes.
De acuerdo con el diario El Tiempo, el imaginario de que los trámites pueden demorar hasta 5 años un proceso de adopción en Colombia son un mito, pues el medio consultó a una pareja colombo-sueca que realizó la petición a finales de febrero de este año y están por finalizar la fase administrativa. Ya tienen asignado el menor y se han hecho los primeros acercamientos.
La pareja le confesó al medio de comunicación que están “sorprendidos con la proactividad del Instituto e ilusionados con la llegada de un nuevo miembro a su familia”.
Samuel López, abogado de la ONG Adelante Colombia, colectivo que está intermediando la solicitud de los extranjeros ante el ICBF, afirma que ni siquiera la pandemia ni las movilizaciones sociales de principios de año han entorpecido el proceso.
“Hemos visto una prontitud en el procedimiento que nos tiene anonadados. Este factor envía un mensaje positivo para que más niños puedan recibir el amor de una familia y sus oportunidades para reintegrarse socialmente se multipliquen”, comentó el abogado al medio bogotano.
A la pregunta de ¿por qué si tienen tantos niños para adoptar, no se designan de una manera más célere?, Lina Patricia Rodríguez, subdirectora de adopciones del ICBF, le explicó a El Tiempo que sucede que algunos siempre esperan tener un niño pequeño sano y sin antecedentes. Sin embargo, de los 4.236 adoptables, ninguno cumple con estas exigencias.
“Todos son mayores de 10 años, con situaciones médicas o secuelas psicológicas. También hay grupos de hermanos que deben ser acogidos juntos”, indica Rodríguez.
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