Durante el Día de las Velitas se registraron dos homicidios de miembros de la comunidad LGBTIQ+ en el Caribe colombiano

En la región del Caribe colombiano hay preocupación entre la comunidad de Lesbianas, Gays, Transexuales, Intersexuales, Queer y más relacionados con la diversidad sexual y de género (LGBTIQ+) luego de que se registrara un segundo asesinato de otro miembro de esa población en la celebración de la Noche de las Velitas.

La víctima fue ‘La Divaza’ una persona no binaria, es decir que no se identifica con ningún género, que fue ultimada con arma blanca en Riohacha (Guajira), según informaron en la organización Caribe Afirmativo donde trabajan por los derechos de la comunidad LGBTIQ+ en el norte del país.

“Fue una habitante en condición de calle quien falleció como consecuencia, aún por esclarecer, de una riña, en la cual recibió una puñalada en el pecho, dejándola gravemente herida y falleciendo minutos después, en la zona céntrica de la capital de La Guajira”, informaron.

En Caribe Afirmativo denunciaron que en esa región del país hay una oleada de agresiones en contra de personas de la comunidad diversa, en especial en Riohacha donde han registrado casos de violencia e intolerancia en el espacio público que para ellos legítima la violencia contra ese colectivo.

“Se hace un llamado a la Fiscalía General de la Nación para que realice las investigaciones pertinentes para el esclarecimiento de los hechos e identificación de los autores de esta conducta atroz. En vista, de la situación de vulnerabilidad y a visibilidad por la expresión de género se exige tener en cuenta la tesis de violencia por prejuicio, puesto que los estigmas y estereotipos son causales”, señalaron desde Caribe Diverso.

Este crimen se suma al que ocurrió en Santa Marta (Magdalena), también en el Día de las Velitas, en contra de la lideresa social que promovía los derechos de las personas transgénero Cristina Isabel Cantillo.

La mujer fue ultimada por un sicario frente a su familia sobre las 7 de la noche en el barrio Luis Carlos Galán, en el oriente de la capital de Magdalena.

Según reportaron medios de comunicación como El Tiempo, Cantillo ya había recibido amenazas de muerte. De acuerdo con la información que han logrado recolectar preliminarmente las autoridades, su asesino llegó hasta la puerta de la vivienda de la mujer y le disparó cinco veces en varias partes del cuerpo, heridas que ocasionaron su deceso.

La lideresa estaba bajo el cuidado de la Unidad Nacional de Protección (UNP): a su nombre, había dos escoltas. Para el momento del homicidio, la mujer se encontraba con su familia, festejando la noche de velitas. Sus guardaespaldas no se encontraban presentes, según dijo uno de ellos, en el periódico barranquillero El Heraldo, porque Isabel les había dado tiempo libre desde las tres de la tarde.

Es este punto, dice ese diario caribeño, hay versiones cruzadas, pues, mientras que esa es la versión de los escoltas, la familia asegura que desde hacía días no los habían visto ejecutando sus respectivas labores de cuidado sobre la lideresa.

Entre tanto en la emisora Caracol Radio, desde la Fiscalía General de la Nación anunciaron que este crimen se configuraría como un feminicidio ya que con las primeras indagaciones que han realizado el asesinato se daría por su condición de mujer y defensora de los derechos de la comunidad LGBTIQ+.

“Soy una mujer que trabaja para las mujeres. Que está dispuesta a levantar su voz. En Colombia es muy difícil ser una mujer trans, es como llevar la muerte a cuestas”, dijo en una entrevista con la W Radio meses atrás.

SEGUIR LEYENDO: