Expareja de la diseñadora Johana Rojas, acusado de golpearla, fue sentenciado a casa por cárcel en vivienda cerca de ella

Hace unas semanas, a través de su cuenta de Instagram, Johana Rojas, diseñadora de modas de profesión, denunció a su expareja, Tomás Velasco, por haberla golpeado brutalmente luego de encontrarse con él en una discoteca. El agresor, que se encontraba prófugo de la justicia, según explicó la Fiscalía General de la Nación, se presentó para hacer efectiva la orden de captura que recaía en su contra, sin embargo, le fue otorgada medida de prisión domiciliaria por parte de una jueza.

La noticia, por supuesto, tiene consternada a Johana, pues, no solo el hombre se encuentra en su hogar, sino que, además, vive muy cerca de ella, por lo que, para el momento, la joven asegura temer por su vida. “Me informan que le dan casa por cárcel pero a media cuadra de mi casa. Eso emocionalmente ha sido demasiado fuerte y no me lo he encontrado pero no me dan garantías de nada, me dijeron que hay que creer en la buena fe de la persona pero ¿Cómo creo en la buena fe de la persona que me hizo lo que me hizo?”, relató Rojas en una entrevista con Blu Radio.

De acuerdo con el relato de la víctima, expuesto en un video de poco más de nueve minutos el pasado 1 de octubre, ella se encontró con su exnovio en la fiesta de cumpleaños de un amigo en Cali. Aunque la relación había terminado dos años atrás, ambos tienen amigos en común, por lo que era repetitivo que se encontraran en los mismos espacios cuando se reunían todos.

Luego del cumpleaños y de ir a una discoteca, se fueron a ‘rematar’ en la casa de Tomás, el agresor, porque era el lugar más cercano al bar en el que se encontraban inicialmente. En su vivienda, Velasco agredió a la diseñadora luego de que ella se negara a ‘estar con él’. “Mi exnovio no aceptó un ‘no’ como respuesta, y un ‘no’ siempre va a ser un ‘no’. ‘No‘ es ‘no’, siempre.”, enfatizó Johana que, conmovida, hasta las lágrimas, contó la historia. Para el momento de la grabación del video, Johana todavía tenía algunos moretones en su rostro.

Ahora, con la noticia de la casa por cárcel en la que se encuentra Velasco, la joven ha decidido que se siente desprotegida y que lo mejor que puede hacer es irse del país. “Mis papás viven al otro lado de la ciudad, yo vivo sola entonces les ha dado muy duro porque saben que en cualquier momento puede pasar cualquier cosa y por eso en familia decidimos que me voy a ir del país. Supuestamente yo tengo una orden de alejamiento pero nunca han pasado por ejemplo los policías a darme ronda”, contó la mujer.

Según reveló a la emisora, lo único que se ha hecho en su caso ha sido revictimizarla. Durante las últimas semanas, dice ella, ha tenido que repetir una y otra vez la historia, incluso, otorgando muchos más detalles, por petición de las autoridades competentes.

A esto se le suma que, luego de la situación de agresión de la que fue víctima, fue diagnosticada con trastorno ansioso depresivo, motivo por el cual se encuentre bajo medicación. Es importante resaltar que luego de que Johana decidiera hablar públicamente de su situación, otras mujeres han denunciado a Tomás Velasco de haber sido agresivo con ellas también

“Determinaron que no es un riesgo para la sociedad y desestimaron otros dos casos, uno por violación y otro por agresión. Un fiscal intentó que lo enviaran a la cárcel, pero no se logró; es muy duro porque uno no ve que se haga justicia (...) No tiene sentido que la prisión domiciliaria sea a una cuadra de mi casa, después de la denuncia no sé ni quiero saber nada de él. Hemos decidido que lo mejor es que me vaya del país; el próximo año, en cuanto tenga mi nueva prótesis, me voy del país”, agregó.

Johana perdió una de sus piernas luego de sobrevivir tres veces al cáncer, sin embargo, la prótesis que tiene ahora, y que le ayuda a caminar, se vio afectada luego de una caída, por lo que necesita una nueva. Johana padece del Síndrome de Li-Fraumeni, una condición que hace que su cuerpo sea mucho más vulnerable a la enfermedad y razón por la que el cáncer la ha atacado en varias ocasiones. Fue a los 12 años de edad cuando se le amputó su pierna izquierda, para frenar un osteosarcoma que la estaba aquejando.

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