Feelin travels fue el proyecto que Catalina Arenas y Juan Karim Ospina crearon en el 2016. La idea surgió porque para esa época los dos trabajaban en empresas que los acercaban al mundo del turismo, por un lado, Catalina trabajaba para una entidad en la que debió guiar la visita de unos turistas extranjeros; y por el otro Juan trabajaba para una aerolínea en la que comenzó a conocer los rincones del país.
“Prefería irme a cualquier lugar donde hubiera cupo en el avión que quedarme de rumba con mis amigos, ahí comprendí que viajar es mi pasión; y ahora, mostrarle Colombia al mundo”, le contó Juan a El Tiempo.
El primer viaje que emprendieron fue a las rocas de Suesca, en Cundinamarca. En el recorrido llevaron a 10 estadounidenses, a las cuevas y hacer deportes extremos; solo duró 24 horas. Pero pasados seis años su proyecto ha llegado a más de 1.000 viajeros en 120 viajes por Colombia.
El plus de su oferta no es solamente llevar a personas los lugares hermosos sino mostrarles una forma de viajar diferentes. “La gente quiere es la forma en la que Juan y Cata viajan, son viajes con sentido, por eso nuestro eslogan: ‘The way we travel’, que traduce: ‘La forma en que viajamos”, relató Cata sobre el éxito de su proyecto.
La pareja aclara que han intentado poner su sello, para que las personas no solo tengan un recorrido sino que también tengan una experiencia que nutra cuerpo, alma y mente.
“Para nosotros es muy importante la parte emocional, los viajes se vuelven inolvidables por eso que sientes mientras viajas. Por ejemplo, sabemos que hacer ejercicio apenas comienza el día es muy importante para alimentar el alma, y así comenzamos los paseos y luego meditamos”, agregó Catalina.
El proyecto creció tanto que ahora tienen su propia página en la que los turistas encuentran una oferta variada de actividades: sesiones de ejercicio, experiencias locales y sesiones de meditación, además de explorar la gastronomía local.
Sin embargo, como en todo negocio las dificultades vinieron. En pandemia que se cerró durante largos meses la entrada de las ciudades y los colombianos se mantuvieron confinados, el turismo fue uno de los sectores más afectados. Así que tuvieron que replantear el proyecto y buscar otras formas de seguir con su sueño.
Cuando lograron concretan todo y los viajes volvieron ha ser una opción en Colombia recuerdan que la isla de San Andrés fue su primer viaje. Todo fue increíble gracias a las alianzas que lograron en pandemia.
“Hicimos una alianza con una fundación que restaura corales, y con ellos tenemos una experiencia que es ir a la guardería de corales, careteamos y aparte de eso nos hacen un curso de apnea, es algo completamente retador y hace que la gente ame esta actividad”, anotaron.
Ahora que todo volvió a la normalidad su proyecto esta más vivo que nunca, tanto así, que la pareja viaja al menos dos veces al mes pero siguen disfrutando la experiencia como cuando todo empezó pues consideran que “Un viaje te abre la mente, te relaciona, te da nuevas ideas, te puede cambiar la vida, y eso es lo que ha hecho en nosotros. A Cata le cambió la vida, a mí me cambió la vida, solo ver el mar te cambia todo”.
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