“Ahora sí, viene lo chimba”: Jóvenes de Siloé se enfocan en el turismo para superar la estigmatización

En un recorrido que inicia en la estación Terminal Cañaveralejo, en la ciudad de Cali, Infobae se adentró en el polémico sector de Siloé, el cual protagonizó en los medios de comunicación del mundo la jornada de protestas más violenta que vivió Colombia en 2021, con el fin de conocer cómo los jóvenes, tras el estallido social, se están transformando y quieren a partir del turismo dar un nuevo sentido social a la zona.

Allí, el guía es Miguel Angel, un joven que trabaja quizás en el proyecto más ambicioso que actualmente tiene la comuna 20, pues al igual que lo hizo la comuna 13 de Medellín, él sueña con que su barrio y habitantes del lugar sean parte de la apuesta del turismo sostenible que se plantean desde Siloes Tour, una iniciativa que invita a turistas del país y extranjeros a conocer sus callejones e historia.

La primera parada se da en el ‘Callejón del arte’, que se encuentra en la estación del cable del barrio Tierra Blanca, donde poco a poco pobladores trabajan para conectar con todos los artistas de la comuna, quienes con su talento muestran la mejor versión de la zona. Allí, nos reciben un grupo de jóvenes que practican FreeStyle. Uno de ellos es Santiago Alejandro Muñoz, quien con su rostro serio y enfocado rapea al mejor estilo que enseñan las calles de Siloé, la improvisación y astucia para encontrar la mejores palabras son su mejor destreza.

Posteriormente, el recorrido lleva a la casa de los más adultos de la zona, quienes también hacen parte de esta nueva apuesta del turismo en el barrio, pues son los encargados de narrar cómo empezó la construcción de barrio y la historia de su evolución.

“Llevo más de 70 años viviendo en Tierra Blanca y su nombre se da porque en 1940 llegaron los primeros pobladores al barrio Siloé, y ya en 1963, con la visita el presidente Carlos Lleras Restrepo se coloca la primera guadua para construir una iglesia y así se empezó poblar lo que hoy es el barrio La Estrella, el barrio Lleras, el sector fátima. Pero, en los últimos 20 años, el barrio era tan grande y el presupuesto no alcanzaba, entonces aquí las obras por parte del estado no llegaban. Entonces, decidimos independizarnos y así fue como ahora nos llamamos Tierra Blanca, porque antes de pavimentar la zona, el barro era blanco a diferencia de arriba que es de color rojo“, cuenta Alfonso Gónzales, dueño de la casa.

El recorrido continúa por los callejones del barrio, los cuales según Miguel, le apuestan para hacerlos coloridos e incluyentes. Allí, a través de la recolección de tapas de botellas de gaseosa que hacen los niños del sector, quieren adornar un muro artísticamente. Asimismo, con pintura desean pintar los suelos y fachadas de las casas y tener un pasillo en el que artesanos del barrio puedan ofrecer o vender sus obras.

“Corazón Indígena”, así se llamará un muro en el que un indígena Misak, que no habla muy poco español espera tener la oportunidad de vender sus artesanías. Más adelante se encuentra la biblioteca del barrio, la cual está totalmente equipada, en la que diariamente los niños del sector pueden hacer sus tareas, en el segundo piso cuentan con una salón de baile y esparcimiento.

“Ahora sí viene lo chimba”

Llega la noche, y ahora la tarea es ir al barrio La Estrella, para ello está Dario, un joven que hace parte de Colectivo Cancha de la Estrella, quien nos llevará al mirador que está en construcción y con el que esperan que turistas y extranjeros se enamoren de la zona.

Caminando por la zona, Dario revela que su sueño es tener un restaturante en la zona, para que los visitantes sean sus comensales.

“Estoy ahorrando y tengo pensado comprar o arrendar esta casita, para aquí hacer mi restaturante. Quiero que sea de carnes, así al estilo argentino, estoy estudiando cocinas y espero poder tener todo para que se haga realidad”, contó el joven a Infobae.

Al llegar al mirador, desde allí se puede visualizar en todo su esplandor la ciudad de Cali, el cual fue visitado por la reconocida banda de hip hip de Medellín Alcolirykoz, quienes fueron parte de esos turistas que espera el colectivo de jóvenes.

“Todos quieren venir atomarse una foto con este grafiti, pues es que es cómo los que esperamos después de todo lo que dejó el estallido social. Esperamos que ahora si venga lo chimba”, señaló Dario.

Asi es cómo con estos dos proyectos, en una zona que aún llora a sus muertos y reclaman justicia, emprenden un nuevo comienzo en el que los jóvenes, como actores principales, le apuestan a superar la estigmatización y emprender proyectos de inclusión que involucren a todos los pobladores y den a conocer una Siloé renovada con cultura, música, arte y danza.

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