Caen nueve integrantes de los Boyacos, dedicados a la venta y distribución de estupefacientes en el norte de Bogotá

La banda también estaría involucrada en un caso de homicidio perpetrado en la localidad de Suba

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Imagen de referencia. Archivo.
Imagen de referencia. Archivo.

La Fiscalía General de la Nación dio a conocer que fueron capturadas y judicializadas nueve personas dedicabas al parecer, a almacenar, transportar y vender estupefacientes en los barrios Gaitana, Aures, Bilbao, Rincón y Tibabuyes de la localidad de Suba, ubicada al noroccidente de la capital colombiana.

De acuerdo con la investigación adelantada por un fiscal de la Unidad de Estructura de Apoyo de Bogotá, en conjunto con la Policía Judicial Sijín, se conoció que este grupo además de desarrollar la cadena de distribución de estupefacientes al menudeo, también estarían involucradas en un homicidio ocurrido el 15 de mayo de 2020 en el Humedal Juan Amarillo.

Asimismo, las indagaciones de la Fiscalía establecieron que el cabecilla de la organización alias Filipo, se encargaba al parecer, de reclutar personas para administrar, recaudar dinero producto de la comercialización del estupefaciente. En ese sentido, este hombre, identificado como Willigton Matiz, ubicaba zonas y lugares para la distribución y de inducir a los jóvenes al consumo de sustancias ilegales.

Durante el desarrollo de seis diligencias de allanamiento y registro se hicieron efectivas las órdenes de captura en contra de Willigton Matiz, alias Filipo; Ángel Ramón Cogollo Caicedo, alias El Cucho Ángel; Johan Andrés Echeverría Osorio, alias Johan; Maicol Steven Cuellar Alvarado, alias Maicol; Stefany Matiz Ospina, alias Estefanía; Leidy Eugenia Ospina Paque, alias Leidy; Leidy Tatiana Malaver Jimenez, alias Tatiana; Jerson Fabián Zabala Cruz, alias Jerson y el ciudadano extranjero Anderson Jesús Espinosa Sandoval, alias Jesús.

El ente investigativo también dio a conocer que en los operativos realizados contra la banda se logró la incautación de nueve celulares, un arma de fuego, municiones, estupefacientes y dinero en efectivo. De igual forma, precisó que en audiencias preliminares se legalizaron las capturas y las incautaciones.

“La Fiscalía formuló imputación por los delitos de homicidio agravado, concierto para delinquir agravado, porte ilegal de armas de fuego y tráfico, fabricación o porte de estupefacientes. Cargos que no fueron aceptados por ninguno de los procesados”, agregó la entidad.

El Juzgado 34 Penal Municipal con función de control de garantías impuso medida de aseguramiento privativa de la libertad en contra de los nueve capturados.

Los Camilo: la tercera banda más peligrosa de la capital

Luego de 68 días de la puesta en marcha del Plan de Intervención y Acompañamiento a Bogotá, se logró la desarticulación de la banda los Camilo, que en 17 años logró consolidar ganancias por más de 2.100 millones de pesos mensuales, por distintas rentas ilegales, principalmente el narcotráfico.

Esta es una de las tres bandas de narcotráfico más grandes de Bogotá. Tenía sus tentáculos desde Soacha, Bosa, Kennedy y Tunjuelito. Hoy sus habitantes pueden dormir más tranquilos”, indicó la alcaldesa Mayor de Bogotá, Claudia López; y agregó que esto fue posible “gracias a una acción conjunta que duró casi un año y medio entre la Fiscalía, la Policía Metropolitana y la Alcaldía de Bogotá”.

De acuerdo con la Alcaldía, la organización delincuencial era integrada por los 18 capturados y actualmente son procesados por su presunta responsabilidad en los delitos de homicidio agravado; concierto para delinquir; fabricación o porte de estupefacientes; y fabricación, tráfico, porte o tenencia de armas de fuego.

Según un información presentada por El Tiempo, sus cabecillas eran Néstor Aguirre, alias Camilo, oriundo de Cundinamarca, y alias el Flaco, de Flandes, Tolima. El primero, de 37 años, era conocido en el sur occidente por usar chaquetas del acueducto y dar las ordenes de los crímenes que se cometían en la zona. Mientras que el segundo era el jefe de los sicarios y el que ejecutaba las ordenes.

“Esta investigación estuvo orientada bajo dos aspectos, tráfico de estupefacientes y esclarecimiento de homicidios. Para consolidar territorios, esta organización asesinaba a otras personas que se dedicaban a lo mismo”, explicó el coronel Jairo Baquero, comandante operativo de la Mebog.

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