El escándalo que rodea a Antonio Figueredo, reconocido cirujano cardiovascular que labora en Bucaramanga, inició con la denuncia que realizó la médica María Paula Pizarró, quien le contó los detalles las circunstancias fue golpeada y las lesiones que dejó la acción airada por parte del señalado maltratador.
En diálogo con Semana, la médica de 27 años, detalló que todo empezó la noche de viernes 12 de noviembre, cuando ella salió con su pareja, el cirujano cardiovascular Antonio Figueredo, y de regreso del bar donde habían compartido, ella se quedó dormida en el carro, pero cuando despertó ella lo vio revisando su celular.
Luego de verlo, este empezó a gritarle insultos y fue entonces cuando este hombre descargó su frustración contra la joven médica.
En la historia médica, donde quedó lo narrado por María Paula, y a la cual tuvo acceso el medio, detalla: “Nos fuimos en el carro, yo estaba muy cansada y me quedé dormida. Cuando me levanté, él estaba revisando el celular completo, me dijo vagabunda y puta, me pegó el primer puño, me agarró del pelo y me botó al piso, me pegó un puño en el mentón. Entonces, me acostó y me quería ahorcar”.
Tras la fuerte golpiza, ella fue incapacitada, pues la orden reseña: “Paciente quien requiere incapacidad por reposo total durante ocho días”, que fue desde el 16 al 23 de noviembre.
Fotografías reveladas por el medio, muestran cómo Pizzaro tenía uno de sus ojos amoratado, un diente quebrado, un hematoma (morado) en la parte inferior de su mandíbula, y además, el resultado de exámenes médicos señalan que debido a los golpes en su cabeza llegó al centro médico con una “perforación timpánica”.
A nivel de su cuerpo, ella llegó al centro médico con “petequias a nivel del hemicuello izquierdo, a nivel de las mamas se evidencian mordeduras con equimosis y edema”, indica la historia.
Al publicarse el caso de maltrato, Érika Plata, quien hoy a sus 34 años es anestesióloga, indicó que ella también fue víctima de maltrato por parte del reconocido cirujano cardiovascular, en 2012, cuando ella tenía el mismo cargo de María Paula.
Erika, quien dio a conocer su caso también a la revista Semana, lo tildó como un “Monstruo”, pues a sus 25 años, cuando estaba en Bogotá haciendo su residencia, este hombre al igual que a María Paula la golpeó y maltrató con insultos.
“Me terminé enrollando con este señor. Estuvimos un año y medio en relación, en la cual él siempre me juró que estaba separado, cosa que no fue así. Entonces, la relación se empezó a poner tormentosa. Porque cada vez que yo le reclamaba sobre su relación, recibía una jalada de cabello o un golpe”, contó la Plata al medio.
Ella, al verse envuelta en dicha situación, empezó a tomar distancia, por lo que se cambió de ciudad y llegó a Bogotá para continuar con sus estudios, tema que desató la ira del afamado cirujano.
Entonces una noche, que ella llegó de su turno, Figuerado ya había llegado hasta su residencia, y cuando ella estaba abriendo la puerta este se apareció, la empujó y logró ingresar al apartamento.
Una vez los dos adentro, este empezó a golpearla.
“Yo le dije que se fuera con su mujer, que me dejara en paz, pero se me aventó encima, me golpeó la parte de atrás de la cabeza y me botó al piso. Yo intenté defenderme empujándolo, pero cada vez que yo intentaba moverme me golpeaba la cabeza, me arañaba los brazos”, relató la también médica.
Plata, quien vivía sola, gritó y golpeó las paredes de su apartamento para dar alerta a los vecinos, pero la ayuda nunca llegó, entonces en vista que cada vez que trataba de defenderse, Figueroa la golpeaba con más fuerza, ella decidió quedarse quieta.
“Traté de pararme del piso, pero él nuevamente me tumbó al piso, me dio un golpe en la mandíbula, me bajó el pantalón e intentó bajarme la ropa interior. Pero yo con una patada logré apartarme de él y traté de correr hacia mi habitación, allí nuevamente me jaló del pelo y me lanzó al piso. Ahí sentí que no tenía escapatoria, me mordió los brazos”, narró la víctima del médico.
Al final, cuenta que este hombre se fue a las 3 de la mañana de su vivienda. Al día siguiente habló con su padre, fueron a la Fiscalía, a Medicina Legal, hizo todo lo legalmente correspondiente, pero afirmó que mentalmente no fue capaz de continuar con el proceso, pues las influencias del médico le hicieron pensar en su futuro profesional, y además, dijo tener su autoestima por el piso.
Actualmente, señala que su proceso no aparece en la Fiscalía y desafortunadamente no guarda documentos de ello, pero indicó que reveló este amargo momento, porque no podía ocultar la otra cara de Figueredo, quien alardea de su capacidad para reparar corazones, pero destroza vidas.
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