27 líderes de las comunidades indígenas de los pueblos kokonuko, kisgo, nasa, yanakona, nasa páez, cofán, inga, kaméntsá, wiwa, wayuu, awá, pijao, muyska, kankuamo, mocana, pastos, piaroa, uitoto, puinave, tikuna, cubeo, curripaco y zenú, se dieron cita en el resguardo indígena de Puracé (Burashe o tierra del maíz, en lengua local), del pueblo kokonuko, ubicado en Cauca y donde tuvo lugar el Encuentro de Formación Intercultural de Turismo Indígena de Colombia.
Según informó el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, el evento abrió un espacio para la unión entre las diversas culturas y cosmovisiones ancestrales, “evidenciando un sentir colectivo de respeto y conexión espiritual con el territorio, un compromiso determinado por su conservación y la necesidad latente de defender los derechos de los pueblos indígenas y sus tradiciones ancestrales”.
“El turismo indígena, debidamente planificado y con las garantías a unos límites, lineamientos, valores y códigos de conducta bien definidos y respetados, podría convertirse en una alternativa para que las comunidades mejoren sus medios de vida, generen nuevas oportunidades de emprendimiento, revitalicen su cultura, fortalezcan sus tradiciones ancestrales, conserven su relación con la tierra y frenen la discriminación y desplazamiento de sus comunidades”, afirmó la ministra de Comercio, Industria y Turismo, María Ximena Lombana Villalba.
Asimismo, agregó que tal y como lo ha señalado la Organización Mundial del Turismo, OMT, al referirse a la Declaración de Larraika (Sistema de Organización para los Derechos Humanos Indígenas en el Turismo), este tipo de trabajo “contribuye al empoderamiento de los pueblos indígenas a través del turismo”.
Las siguientes son algunas de las conclusiones principales que dejó el encuentro:
-Los procesos de organización del turismo indígena, que inician en el país, deben abordarse con alianzas estrechas entre varios actores clave como las comunidades indígenas; los gobiernos local, regional, departamental y nacional; los destinos turísticos; el sector privado; la sociedad civil y la academia.
Esto, de acuerdo con la cartera, permitirá impulsar el potencial turístico de estos territorios a través de su biodiversidad, además de resguardar a los pueblos indígenas para que mantengan sus valores esenciales y sus formas de vida tradicionales y que “el turismo realmente sea dignificante, respetuoso y no una forma de impactar y degradar los territorios y las comunidades”.
-Compromiso de los representantes de los pueblos a realizar una concertación con sus comunidades para decidir si eligen permitir y gestionar el turismo en sus territorios, y de lograr una respuesta positiva, avanzar con la creación de una “Red de Turismo Indígena de Colombia”.
El objetivo será compartir los saberes y la unión organizativa, para que el país le dé una nueva mirada a este turismo, de manera que sea regenerativo y consciente. Con ello, se podrá contribuir a crear en los viajeros una conciencia de cuidado con los lugares que visitan y que, “su ser se revitalice y conecte con estos pueblos ancestrales”.
Cabe decir que, este es uno de los pasos para que, de acuerdo con ministerio, las comunidades indígenas del país sean partícipes en la generación de insumos clave para la construcción de la Política Pública de Turismo Indígena de Colombia, que hace parte de el Plan Nacional de Desarrollo y el Plan Sectorial de Turismo 2018- 2022: Turismo que nos une, y con la cual se incentivará, por medio de espacios de concertación y articulación, a construir los aportes de cada uno de los pueblos presentes.
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