Con agua y fuego recibió el Valle de Aburrá el mes de diciembre. Pese a las críticas, los llamados de las autoridades, una historia violenta y unos fuertes aguaceros, en Medellín y el área metropolitana se realizó la alborada que marca el inicio del último mes del año, con la quema de pólvora apenas el reloj marca las 12:00 m.
Pocas horas antes de que iniciara la tradicional alborada, ya se registraban emergencias por el uso de globos. Uno de esos artefactos cayó poco antes de las 9:00 de la noche en un hogar geriátrico del corregimiento de San Cristóbal e inició un incendio, que logró ser controlado rápidamente por el cuerpo de bomberos.
“Los globos con pólvora destruyen hogares y apagan sueños. Esta noche lamentablemente tenemos el primer reporte de un incendio en fase inicial por un globo de gran tamaño que cae en un hogar geriátrico, el cual se logra controlar por la rápida acción de Bomberos Medellín”, informó el Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo de Desastres.
El globo tenía grandes dimensiones y fue entregado a la Policía para tratar de determinar responsables, debido a que las autoridades solicitan no utilizar los artefactos porque están entre las principales causas de incendios estructurales y de cobertura vegetal durante el mes de diciembre.
Videos de redes sociales evidenciaron que en medio de las fuertes lluvias que se presentaron durante la noche y la madrugada en el Valle de Aburrá, en varias zonas de la ciudad se quemó pólvora para recibir al mes de diciembre en la tradicional alborada.
Las detonaciones se vieron en múltiples sectores de la ciudad, con celebraciones, música y fiesta. Durante varios minutos se detonaron voladores, aunque las autoridades habían anunciado multas a productores y usuarios de pólvora.
A tan solo horas antes de que se iniciara la alborada, la Secretaria de Salud de Antioquia confirmó que ya había 13 personas quemadas por manipular pólvora. En municipios como Medellín y La Estrella se prohibió la venta y el uso y se desplegaron operativos para evitar el uso de los fuegos artificiales y situaciones de riesgo.
Las campañas de las Secretarías de Salud del departamento solicitaban no quemar pólvora para evitar las afectaciones al ambiente, la fauna y las mascotas, que sufren situaciones de estrés con los estallidos. En La Estrella se realizó un plantón canino para rechazar el uso de los artefactos detonantes.
Pero como lo mostraron los videos, los múltiples llamados, campañas de concientización y el rechazo de un sector ciudadano, un gran número de personas continúa realizando la alborada de diciembre y contra todo obstáculo de las autoridades y del agua quemó los voladores.
En contrate, varios barrios de Medellín sufrían una emergencia a causa de lluvias e inundaciones. Según informó el DAGRD, los puntos más críticos fueron el corregimiento de San Cristóbal y San Sebastián de Palmitas, las veredas Travesías y las comunas 5 Castilla y 6 Doce de Octubre, donde se presentaron inundaciones por desbordamiento de afluentes y quebradas.
Así, mientras algunos celebraban el inicio de las fiestas decembrinas con pólvora, otros trasnochaban en medio del agua que inundó sus hogares. “Por medio de la línea 123 hemos recibido cerca de 400 llamadas asociadas a las inundaciones en vía pública de la zona noroccidental de la ciudad. Nuestro cuerpo de bomberos se encuentra en la zona evaluando la situación”, señaló el DAGARD. Hasta la madrugada de este miércoles se realizó la verificación de daños y la atención de las personas afectadas.
La alborada ha sido cuestionada, no solo por el número de quemados que deja y las afectaciones a los animales, sino también por su origen. La “tradición” es atribuida a Diego Murillo Bejarano, alias ‘Don Berna’, el jefe paramilitar del Bloque Cacique Nutibara de las AUC, luego de tomar el poder de varias comunas de Medellín en la Operación Orión en el 2002, un año después, compraron grandes cantidades de pólvora para mostrar su poder territorial y celebrar la supuesta desmovilización.
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