El coronel retirado Publio Hernán Mejía acaba de negar sus responsabilidad en el macrocaso 03 sobre los ‘falsos positivos’ ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), por lo que la Sala de Reconocimiento del organismo transicional decidió trasladar su expediente a la Unidad de Investigación y Acusación (UIA), en lo que se considera una decisión sin precedentes.
Según reportaron varios medios colombianos como Blu Radio, el exmilitar se negó a reconocer los cargos impuestos por la justicia para el posconflicto por ejecuciones extrajudiciales ocurridas entre 2002 y 2005 mientras era comandante del Batallón La Popa de la costa caribe. Como resultado, Mejía se convierte en el primer uniformado que enfrentará un juicio oficial ante la JEP.
Es que, al coronel (r) se le imputó desde julio pasado como líder y contribuyente de un plan macrocriminal. Esto, por presuntamente dar ordenes a sus subalternos para que presentaran como bajas en combate a civiles asesinados en el norte del Cesar y el sur de La Guajira durante esa época. De acuerdo con la JEP, esto llevó a por lo menos 126 asesinatos y 120 desapariciones forzadas.
Así, el organismo de justicia transicional manifestó que, “entendiendo que el excomandante del Batallón de Artillería La Popa ha manifestado que no reconoce su responsabilidad por los hechos por los cuales fue imputado, la Sala da por terminada la parte dialógica del proceso y abre la posibilidad de que se inicie un juicio adversarial, en el que el señor Mejía Gutiérrez podrá hacer valer sus argumentos. Será entonces la UIA, la instancia que deberá continuar con el trámite adversarial”.
Valga recordar que, Mejía fue condenado en 2013 a 19 años de cárcel por colaboración con paramilitares con un estrecha relación con Rodrigo Tovar Pupo, alias Jorge 40 y, en ese momento, la Fiscalía lo señaló de estar relacionado con ejecuciones extrajudiciales.
Según un perfil publicado por Semana en 2013, entre 2002 y 2004 cuando fue comandante de La Popa, ese batallón se convirtió en uno de los que más bajas producía, pero sus resultados eran cuestionables, en ocasiones, porque sus hombres no resultaron heridos.
Tras esto, Mejía se convirtió en el primer alto oficial del Ejército en ser denunciado por vínculos con las autodefensas, luego de que se conociera públicamente la relación que habría conformado con el frente Mártires del Cacique de Upar en el Cesar. El entonces ministro de Defensa Juan Manuel Santos tomó la decisión de hacer público el caso.
El coronel retirado ha alegado su inocencia y en junio de 2020 anunció que sería precandidato a la Presidencia de la República. “Lo hago con la compañía de ustedes, con el equipo que conformaremos a sabiendas que NO PERTENEZCO A NINGÚN MOVIMIENTO O PARTIDO POLÍTICO y el único ideal, es salvar a Colombia”, publicó en sus redes sociales.
En diálogo con W Radio, el exmilitar dijo que era culpable de haber derrotado el terrorismo y que después de más de 15 años, no hay decisión en firme contra él. “Jamás aceptaré responsabilidad por lo que no hice”, aseveró tras recordar que está sometido a la JEP y en ese momento dijo que los ‘falsos positivos’ eran una farsa que él no cometió.
“En mi gestión como comandante del Batallón [La Popa], jamás se cometió [sic] falsos positivos. La guerra es de humanos y los humanos cometen errores”, dijo Mejía a la emisora justificando, al parecer, que los soldados que incurrieron en las ejecuciones extrajudiciales lo hicieron en el marco del conflicto. Además, dijo que en las audiencias que ha enfrentado en la JEP no ha conocido a sus ‘supuestas’ víctimas.
Mejía afirmó que no tenía nada de que arrepentirse y que ha tenido una carrera de más de 40 años, por lo que dijo que no tenía sentido acusarlo de cometer esos crímenes cuando solo estuvo por dos años. Por último dijo que las órdenes que se dieron fueron legítimas y que, en su momento, nadie se quejó de ellas.
Con esos argumentos, es de señalar que si Mejía llega a perder el juicio en la JEP podría terminar pagando una condena de hasta 20 años de cárcel.
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