Así se venden carnés falsos de vacunación en las principales ciudades de Colombia

Este negocio ilegal pone en riesgo la vida de la comunidad. “Hacer trampa es malo, pero hacerle trampa a la vida de los demás supera cualquier límite”, dijo el concejal de Bogotá Óscar Ramírez, quien denunció la situación

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Imagen de referencia. Carné de
Imagen de referencia. Carné de vacunación en Colombia. Cortesía

La corrupción ronda los procesos de vacunación del país. Ante la solicitud del carné de vacunación como requisito obligatorio para hacer diferentes actividades, ciudadanos han optado por comprarlo y no vacunarse en contra del coronavirus. Este negocio, tal y como ha venido siendo denunciado por diferentes medios de comunicación del país, ha empezado a ser lucrativo para los delincuentes encargados de falsificar el documento y venderlo. El cartón falso que un ciudadano estaría supuestamente inmunizado puede llegar a costar al rededor de 300 mil pesos. Los estafadores no solo venden el documento físico sino que, además, aseguran que hacen el registro válido en la web.

Noticias Caracol, uno de los medios de comunicación que puso la lupa sobre esta problemática, compartió el video que expuso el concejal Óscar Ramírez, denunciante de esta situación, en la que se ve la realización de un experimento real, en Bogotá, con un ciudadano que, supuestamente, se acerca a uno de los estafadores para solicitar el servicio del carné falso. “Pero le tocaría dejar sus datos, pero no se lo tenemos para ahorita. Con todos los papeles, ¿no? Para que salga por computador y todo. Sí se le puede hacer la vuelta, pero si deja su número de teléfono se le consigue (...) Por ahí entre 250, 200 mil pesos”, le dice el que sería uno de los intermediadores del negocio ilegal.

“Hoy destapamos la trampa con la que algunos quieren burlarse de la salud pública de los colombianos: pagar 200.000 pesos por un carnet de vacunación falso y que, al parecer, aparece en el sistema”, escribió el concejal.

Lo mismo ocurre en Medellín. Según resaltó Blu Radio, en una investigación similar, los delincuentes piden cifras similares o superiores para conseguir el documento. A través de mensajes y llamadas de textos, en esa ciudad, se puede adquirir el carné. “Hay uno que vale 350.000, ese queda en el sistema, hay otro que vale 60.000 se le pone las dos dosis o si quiere una, pero este no está incluido en el sistema, pero tiene los sellos originales”, dice el vendedor, según detalló la emisora. Según aquella persona, muchos son los ciudadanos que no quieren vacunarse, por lo que vender estos carnés es como ‘vender pan caliente’.

El concejal Óscar Ramírez calificó esta situación como ‘grave’, y aseguró que esta práctica pone en peligro a la comunidad. El carné que ofrecen los delincuentes, explicó el político, es entregado con firmas y sellos, y solo tarde 10 minutos para su entrega. En el video en el que se evidencia la denuncia se puede ver, de fondo, el Movistar Arena, establecimiento que prestó sus instalaciones para ser uno de los puntos de la vacunación en la capital colombiana.

“Hacer trampa es malo, pero hacerle trampa a la vida de los demás supera cualquier límite. Exigiremos el máximo control para comprobar la autenticidad de los carnets de vacunación en Bogotá (...) Falsificar un documento tan vital como un carnet de vacunación (...) piensen en lo grave que sería que alguien falsifique el carnet de vacunación contra el sarampión de sus propios hijos. ¡Esto es lo mismo!”, condenó el funcionario.

“No solo es la trampa de la venta de carnets para una vacuna que es gratis, sino además que los delincuentes prometen que la persona aparece vacunada en sistema. ¡No podemos permitir esto! (...) La vacunación es el esfuerzo más loable de la sociedad en este momento. Hacerle trampa es fallarle a toda Colombia (...) Lo más grave de la falsificación del carnet de vacunación contra el covid-19 es la falta de conciencia de las personas que compran este documento. No puede ser que prefieran pagar para arriesgar sus vidas y las de los demás”, escribió en su cuenta de Twitter el concejal.

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