Murió niño de 3 años en el campamento Embera en el Parque Nacional de Bogotá

Las comunidades aseguran que habían alertado sobre la posibilidad de fallecimientos, pero no recibieron respuesta a sus peticiones por parte de la Alcaldía

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Campamento Indígena Parque Nacional Bogotá
Campamento Indígena Parque Nacional Bogotá (Colprensa - Camila Díaz)

En la mañana de este domingo murió un niño de 3 años de edad, perteneciente a la comunidad Embera que se tomó el Parque Nacional de Bogotá desde hace dos meses. El menor fue trasladado al Hospital Universitario San Ignacio, a pocas cuadras, pero habría llegado sin signos vitales.

María Violet, vocera del campamento indígena, confirmó a Infobae Colombia que el menor estaba solo en compañía de su madre y desde hace varios días había presentado cuadro de virosis y una enfermedad en el hígado. Había recibido atención médica antes, pero este domingo se agravó y falleció.

Desde el día uno hemos solicitado a gritos una brigada de salud permanente, porque es un tema de vida, de salud. Es muy lamentable lo que nos pasa, no sé cuántos niños más tendremos que enterrar, cuántos abuelos, mujeres o cuántos partos naturales más tienen que atender las parteras acá para que el distrito reaccione y entienda que esto es un tema humanitario”, afirmó la vocera Embera.

El menor, según dijo, había recibido atención médica por el cuadro de diarrea. Sus padres habían llegado a la capital desde sus territorios, no contaban con afiliación EPS, pero habían logrado atención médica para el menor.

Según la vocera, la situación de salud es preocupante porque todos los niños, que ascienden a más de 300, presentan desde enfermedades respiratorias, hasta diarrea, desnutrición o afectaciones en la piel, por lo que exigen respuesta por parte de las autoridades distritales.

Los indígenas exigían una brigada de salud con atención integral básica y medicamentos para poder atender las diferentes afectaciones que se han producido entre las familias que acampan en el Parque Nacional, por las condiciones en las que se encuentran viviendo desde hace 60 días. Aseguran que Profamilia llevó pediatras y medicamentos, pero la Secretaría de Salud del Distrito no.

“La secretaría no dice nada. No se ha pedido personas que vengan acá a preguntarnos la vida, si comemos pollo o no comemos pollo, cuando ven las condiciones en las que estamos. Necesitamos accionar, que vengan con medicamentos. No necesitamos que vengan acá a decir que el niño presenta gripa o tiene que comer bien cuando saben en las condiciones que estamos”, afirmó María Violet.

Los indígenas asentados en el Parque Nacional aseguran que solo tienen una comida al día por las donaciones que reciben, el acceso a los baños y agua se ha visto cortado en ocasiones y no han recibido las bolsas de basura que han solicitado para recoger los residuos de las cerca de 1.000 personas que se encuentran en ese campamento.

“Yo no sé si es que ellos querían eso para ver si nos levantábamos, pero ellos saben que nosotros no tenemos para donde. Si tuviéramos, no estuviéramos acá; pero en el territorio nos violan, nos desplazan, nos despojan, venimos a salvaguardar la vida en la ciudad y nos pasa igual o peor”, afirmó la vocera a este medio.

La Alcaldía de Bogotá ha ofrecido un campamento para la población en el parque La Florida, al occidente de la ciudad, pero las comunidades no lo han aceptado. “Porque es invisibilizarnos, quitarnos la forma de ingreso mínimo para las mujeres que tejemos y podemos vender, por eso no se ha aceptado, porque es como sacarnos de Bogotá. No dejan entrar ni siquiera medios de comunicación”, afirmó.

Respecto al espacio ofrecido en la localidad de Los Mártires, aseguran que es una edificación utilizada anteriormente como matadero y que “se cae a pedazos”. Además, rechazan las afirmaciones del distrito que se ha condicionado el diálogo a la solicitud de ollas comunitarias, que sostienen, son para la seguridad alimentaria de la misma comunidad.

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