El senador y precandidato presidencial Gustavo Petro visitó este sábado el municipio de Jericó, Antioquia, desafiando así al poder uribista que ejerce en esa región del país.
“¿Quien dijo que no podía entrar a Jericó? Esta es a Jericó, Antioquia a esta hora. Si Antioquia cambia, cambia Colombia”, señaló el político una vez entregó su discurso ante algunos pobladores.
“Debemos garantizar que, si Gustavo Petro es Presidente, JAMÁS una sola persona sea perseguida porque es o fue uribista. Aquí no llegamos a vengarnos ni a construir odios, el odio y la venganza ya condenó a Colombia por años, nosotros queremos cambiar eso”, dijo Petro en su discurso.
Así mismo, la visita de Petro generó molestia en el uribismo tanto así que un representante a la Cámara del Centro Democrático le pidió que se fuera de allí.
“En Jericó defendemos la democracia, las instituciones, los Jericoanos rechazan las demagogias populistas, Petro fuera de Jericó”, trinó el congresista Juan Espinal.
En respuesta, Petro le dijo al representante: “Sanará tu corazón cuando entiendas que en la política no se construyen enemigos. Eres, como legislador constructor de la ley, al escribir esto, destruyes la ley. La reunión política, la libre expresión son derechos fundamentales, no los conculque, es delito”.
Y agregó que este debería ayudar a impedir la minería en una región agraria y campesina.
La visita de Petro a Medellín
Cabe resaltar que la visita anterior de Petro a Antioquia, en Medellín el pasado 6 de noviembre, generó amores y odios entre los ciudadanos. Mientras algunos lo perseguían por su recorrido en el sector conocido como El Hueco, zona de alto impacto comercial, otros lo abuchearon y le pedían que se fuera.
En un video se ve como ciudadanos le chiflan y gritan “fuera” cuando el precandidato pasa por la zona. Así lo registró el concejal del Centro Democrático Sebastián López: “llega al centro de Medellín y así lo recibe la ciudadanía, quienes no comen cuento y saben el desastre de presidente que sería. Medellín es tierra de gente trabajadora, gente pujante, gente de bien. ¡Fuera Petro de Medellín!”, sostuvo.
En su momento, Petro dijo sobre esa tensa situación: “Me metí en El Hueco de Medellín, un espacio de la economía popular de textiles, unos de confección antioqueña, otros del lavado de dólares de los importadores. Hubo un estallido democrático en sus calles con mi presencia, el odio del uribismo y un nuevo fervor por el cambio”.
Días después, el 9 de noviembre, un uribista conocido como Luis Emilio Arboleda, quien ha protagonizado varias polémicas y que muchos reconocen por haber bajado la bandera LGBT+ que estuvo izada en el Pueblito Paisa, en Medellín, amenazó al precandidato por visitar esa región.
El hombre aseguró en un video que si el senador Petro vuelve a Medellín se llevará una “sorpresa”, además le advierte que no puede regresar ni él ni nadie de su equipo.
“Me dice gente de ese sector, hoy me contactaron, y están muy ofendidos y me dice que la próxima vez que ese señor venga no lo han abuchear sino que se va a llevar una tomatina y una huevera y que están dispuestos a llegar a consecuencias malucas”, sostuvo.
Dijo además que la gente está “ofendida” y le advierte: “este mensaje se lo mando a Gustavo Petro que la próxima vez que venga a Medellín es bajo su responsabilidad porque se va a llevar una sorpresa. Usted está irrespetando un sector que genera empleo y que es sagrado, se va a llevar su sorpresa, esa gente no está a gusto con usted y no puede volver usted ni ninguno de su campaña”.
Ante las declaraciones del uribista, el mismo Petro pidió a las autoridades actuar. “Le pido a Fiscalía tomar acciones inmediatas contra este dirigente uribista de Medellín. Ha realizado una amenaza directa. A nosotros no nos van a amenazar y quitar nuestros derechos políticos en ninguna parte del territorio nacional”, dijo el político.
Petro, en medio de las propuestas para Antioquia en su programa presidencial, insistió en que el hecho debe ser investigado, con pullas al uribismo, algunos que celebraron el abucheo e incluso declararon la “pertenencia” del departamento a ese sector político.
El senador sostuvo que “nadie puede ser molestado por su pensamiento político, toda la ciudadanía tiene derecho a la reunión política, dice la Constitución”, y cuestionó si la Fiscalía actuará en los supuestos delitos que se cometieron contra sus partidarios en la ciudad.
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