Hoy en el papel de estudiante, lejos de su país, la abogada de 48 años, concedió una entrevista para la revista Bocas, en la que confesó cómo descubrió que le gustaban las mujeres, cómo se enamoró de su esposa Cecila Álvarez Correa, quien fue ministra de Transporte, y cómo tuvo que luchar contra los señalamientos al revelarle a la escena política que ella era gay.
El medio inicialmente la describe como una mujer que está alejada de la política colombiana debido a las consecuencias que tuvo que pasar su familia al querer ella ser parte de las esferas del Congreso y los ministerios del país, pues en su férrea lucha contra el paramilitarismo, a su madre le enviaron una carta bomba, varias veces tuvo que salir del país debido a las amenazas, pero en especial, porque su vida sentimental fue más apabullante que su trabajo.
A la pregunta de qué anda haciendo en Nueva York, Parody, respondió que se encuentra estudiando.
“Estoy haciendo un doctorado en economía. En una universidad que se llama la New School, que escogí porque tiene una visión alternativa de la tradicional línea clásica de la economía. Ya terminé los exámenes, ya terminé los cursos y ahora estoy iniciando la tesis”, dijo al medio.
Además, confesó que esta comprometida con la letras, pues ya escribió su primera novela, ‘Mujer amurallada’, y está pensando en la segunda. Tarea en la que está concentrada y por la que no quiere saber nada de política, por lo que ha jurado: “yo no vuelvo a exponer a mi familia con el tema gay”.
Al hablar de su vida sentimental, Gina fue amplia y sin titubear contó a la revista cómo descubrió que le gustaban las mujeres.
“En la universidad tuve novios, pero con unos tragos en Cartagena, terminé dándome besos con una amiga. Pero ya tenía 25 años o por ahí”, confesó la exministra colombiana.
Consideró que lo descubrió muy tarde, pero que desde ese momento sintió un liberador sentimiento y a la vez un miedo de no saber cómo era el tema, pero gracias al apoyo incondicional de su hermano y de su madre, Gina siempre sintió que estaba en lo correcto expresar sus verdaderos sentimientos.
Aseguró que cuanto trabajo en el área pública, conoció muchos funcionarios gais, pero que por miedo siguen en el closet, tema que ella respeta, pero del que opina que “al país le serviría mucho que la gente que es figura pública viviera su vida tranquila. Conozco periodistas, políticos, de todo, un círculo de poder que está en el clóset y tiene miedo. En mi campaña a la Alcaldía muchos se sintieron en un espacio seguro para salir del clóset y en el Ministerio la gente era abiertamente gay. Una vez un alto funcionario me insinuó que en mi Ministerio todo el mundo era gay, y yo le dije: No, es que en el suyo les da miedo decir quiénes son”.
Con respecto a su relación con Cecilia, Gina no escatima en expresar su amor y admiración, y le confesó al medio que se enamoró de la particular manera como ella combina la inteligencia con el humor.
“Me atrajo mucho físicamente. Pero me atraía mucho que era supremamente inteligente, que combinaba con un humor espectacular; me pareció una combinación perfecta. Al principio empezamos a salir y yo venía de varias relaciones y le dije que mejor una relación que no tuviera ataduras, y ella me dijo que mucho mejor”, reveló a Bocas.
Afirmó que llevan 15 años juntas, en los que las dos han tenido que lidiar con varias maneras de ataque a su vida personal y profesional, destacó que ha sido una relación sólida basada en lo que para ella hace una relación homosexual más estable que una heterosexual.
“Una vez un amigo me dijo una cosa que todavía me gusta mucho y es que las relaciones homosexuales deben ser muy honestas, porque, finalmente, si no se quieren, cada uno se va; en cambio, cuando uno se casa en la relación heterosexual, se mantiene ahí por la sociedad y por el qué dirán. En la homosexual no. Yo siento que fui descubriendo que las relaciones homosexuales, en efecto, son más honestas”, manifestó Parody.
Además, confesó que hubo una lucha por tener un bebé, pero que en medio de eso llegaron las acusación de una cartilla que quería supuestamente volver homosexuales a los niños cuando ella era ministra de educación, además, que los medios alcanzaron a ver en una clínica en Cúcuta, cuando se estaba sometiendo al tratamiento para quedar en embarazo, por lo que con Cecilia decidieron dejar el tema a un lado.
En el campo de sus luchas políticas, confesó que todo inició porque en la política vio la posibilidad de implementar varias causas sociales, pero sus fuertes debates con el uribismo y la iglesia católica, a quien señaló de utilizar sus preferencia sexual contra ella, la hicieron dejar el país por un tiempo y dedicarse a estar tranquila y vivir una vida en medio de escritos.
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