Entre mil y mil 200 nacimientos al año se están registrando en la isla de San Andres, aunque parece una cifra menor comparada con otras ciudades, esto se está convirtiendo en un riesgo de salud pública para la isla y los isleños. A esto, hay que sumarle los ciudadanos que llegan a vivir al lugar solicitando asilo por desplazamiento, refugiados y migrantes. La sumatoria de estas variantes está presentando indices de sobrepoblación en todo el archipiélago lo que está trayendo problemas de economía y está afectando el medio ambiente.
Los habitantes de la isla aseguran que los programas de control poblacional no están funcionando pues no se está ayudando a reducir los niveles de ciudadanos que llegan sino que se está permitiendo el ingreso a todas las personas para que se queden a vivir allí.
En una entrevista para Radio Nacional con el periodista Daniel Newball, el abogado y exdirector de la Oficina de Control de Población y Residencia -OCCRE, Joseph Barrera Kelly aseguró que, varias personas llegan a San Andrés con el brazalete de turistas, el cual se entrega en el aeropuerto a la entrada, luego de pagar el respectivo impuesto y cuando ya han ingresado se quedan a vivir allá.
“Posteriormente acuden a la Defensoría del Pueblo a expresar que son desplazados y automáticamente son recibidos, se les brinda atención y posibilidades de empleo en el sector privado y con el tiempo se radican en la isla aportando a la sobrepoblación”, comentó a Radio Nacional Barrera
Para controlar esta situación la Administración Departamental, en cabeza de la Secretaría de Gobierno, realizó una mesa de diálogo para definir acciones coordinadas “que permitan la integración de esta población migrante a la educación, afiliación en salud y la vida productiva en la región”.
Esta socialización se llevó a cabo por Migración Colombia con el acompañamiento de la Oficina de Control de Circulación y Residencia (Occre), Defensoría del Pueblo y la Gerencia de Frontera, con el objetivo de crear una mesa migratoria regional para encontrar soluciones y resolver los desafíos derivados de la migración proveniente de Venezuela.
Además, lograr una acción coordinada y efectiva frente a la atención y comunicación con la institucionalidad y normativa regional, que permitan la integración de la población migrante venezolana a la educación, fuerza laboral, afiliación en salud y ser partícipe de la vida productiva de la región, de acuerdo a lo difundido por la Gobernación.
Sin embargo, no es suficiente, en la investigación realizada por Radio Nacional el pastor y activista social, Augusto Francis recalcó que la problemática de la isla está creciendo cada día más.
“La población de la isla crece todos los días, por parte del Gobierno nos dicen que la población es de una forma, pero la realidad es que podríamos tener más de 100 mil habitantes (…) Al ritmo que vamos, el agua y la tierra no va a ser suficiente para todos y vamos a tener una situación caótica que se va tornar insostenible”, indicó
Recordemos que en 2018 el gobierno tuvo que realizar un plan para expulsar personas de la isla buscando disminuir el fenómeno de sobrepoblación que, en ese entonces, afectaba a esta región y que estaba afectando a la isla de la misma forma que en esta ocasión.
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