La situación se presentó el domingo 21 de noviembre durante un partido de fútbol disputado en las canchas de la Troja en Cali y fue reportada por el periodista deportivo Juan Carlos Cortés.
Los hechos violentos sucedieron en medio del desarrollo de la Liga de Fútbol Aficionado en la capital vallecaucana en el juego entre Macondo vs. Inmoventas a las 10:00 a. m. en la cancha #2 del complejo deportivo.
Antes de llegar a los 90 minutos el marcador iba 1-0 a favor de Inmoventas y Macondo logró empatar el resultado en una jugada a balón parado en la que los de Inmoventas reclamaron posición adelantada del anotador.
Al minuto 90+1, Macondo logró remontar tras una jugada en la que el juez de línea Giovany Posada levantó su banderín para confirmar la anotación del 1-2 final y en ese momento se desató una pelea y el colegiado fue atacado a puños y patadas sin mediar palabra alguna. Así lo relató Juan Carlos Cortés desde su cuenta de Twitter:
Un remate largo que le hace un extraño al arquero, queda la duda si el balón ingresa o no, el todo es que el juez de línea levanta la bandera para señalar el gol que desató la ira desmedida de los jugadores de Inmoventas, que sin medir detalles...Atacan al juez de línea Giovany Posada. Patadas, puños a su humanidad. Los jueces de las otras canchas de la Troja, intentan auxiliar a su compañero, en la foto el juez Luis Erazo recibe una brutal golpiza de más de 6 integrantes del equipo Inmoventas
A raíz de una polémica decisión de gol que perjudicó a Inmoventas, los jugadores de este club emprendieron un ataque violento contra Giovany Posada, quien se vio indefenso y de inmediato otros árbitros detuvieron sus juegos en La Troja para ir a acompañar y defender a su compañero.
No conformes con eso, los futbolistas emprendieron más golpes contra el juez central, Pablo Ramos, quien terminó en el piso brutalmente agredido y sufrió dos fracturas en el maxilar inferior, por lo que tuvo que ser intervenido quirúrgicamente.
En diálogo con una cuenta de Instagram no oficial de la Liga de Fútbol Aficionada, Ramos declaró que siente mucho dolor en su espalda y torso, además de que acabó lleno de morados tras las patadas que le propinaron. Contó que se desempeña como árbitro de la Difutbol y que le arruinaron el proceso de llegar a arbitrar en la Primera B colombiana de la Dimayor:
Me han tenido a punta de morfina y ahora que me operen pues debo esperar la recuperación. Aparte estoy muy aburrido en la categoría C, soy de los que más utilizan en el Valle del Cauca. Me dañaron un sueño y un proceso de llegar a la categoría B y tras de hecho (sic) me llaman a decirme que les faltó pegarme más duro y que ojalá me muriera
El colegiado contó que aparte de recibir amenazas de muerte en su contra, también tuvo mensajes de apoyo económico tras recibir el dictamen médico sobre su dolorosa y lamentable experiencia:
@altaperfumeriafccali vino hasta aquí y me dio apoyo económico. Quiero agradecerle a ellos y a todos por el apoyo, pues tengo dos fracturas en el maxilar inferior. Por 3 centímetros casi me comprometen una vértebra cervical cuando caí inconscientemente y convulsionando y salieron corriendo criminalmente
Después de lo sucedido, la Liga de Fútbol Aficionado tomó la determinación de expulsar a Inmoventas de sus campeonatos y vetar a los jugadores implicados en la agresión, que deberán responder ante la justicia por sus ataques. Además le impidieron al club aficionado jugar en los próximos cinco años en el torneo:
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