“Pensaba que en cualquier momento podían violarme y hasta matarme”: la historia de una colombiana detenida en Venezuela

Logró salir de un centro de detención en el vecino país gracias a la ayuda de un abogado que comprobó que su retención había sido ilegal

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Frontera Colombia-Venezuela EFE/ Mario Caicedo
Frontera Colombia-Venezuela EFE/ Mario Caicedo

En el 2019 Migración Colombia confirmó que cerca de 1700 ciudadanos colombianos permanecían en difíciles condiciones de salubridad en varias cárceles de Venezuela, la información fue comentada debido a que a comienzos de ese año el régimen venezolano había detenido a 59 colombianos y los había acusado de paramilitarismo, pese a que en un primer momento solo los había acusado de estar en el país indocumentados. Hasta la fecha no se ha conocido más sobre el tema y los datos no se han actualizado, pero El Heraldo dio a conocer el testimonio de una barranquillera de 33 años que permaneció retenida por la Policía del vecino país y fue expuesta a múltiples violaciones de sus derechos.

Karina Alejandra Coneoviajo viajó el pasado 16 de noviembre por tierra a la capital del estado Carabobo con el fin de encontrarse con su tía paterna, que tiene más de 80 años y se encuentra en delicadas condiciones de salud. El objetivo de la colombiana era llevarle algunos suministros a la mujer y poder estar con ella unos días pues en la actualidad vive sola.

Desde que salió de Colombia a Venezuela la situación fue complicada porque en el primer carro el conductor la intento robar y el viaje era en un carro antiguo que podía en cualquier momento dejarlos a la mitad de la nada. Sin embargo, logró llegar a Zulia para luego coger un trasporte que la llevará hasta donde se encontraba su tía: “cambié unos dólares, almorcé y todo estaba normal. Después me embarqué en el bus y ya se había hecho tardecito. Me dijeron que el tramo que me faltaba no era tan tedioso como cuando entré al país”.

Cuando emprendió el viaje se quedo dormida, pero a los pocos minutos detuvieron el transporte donde iba, al comienzo pensó que se trataría de un grupo armado, pues desde hace algún tiempo en el territorio venezolano han comenzado aparecer y se rumora que sin piedad matan la gente, la secuestran, la roban o la reclutan. Sin embargo, cuando bajo del transporte para una requisa se encontró con que era la Guardia venezolana.

En ese momento le pidieron sus documentos y le preguntaron los motivos por lo que se encontraba en el país. “Todos los que no tenían pasaporte pagaron. No dejaban que uno hablara con nadie, había mucha gente triste y llorando. Pensé que era solo una requisa, pero comencé a ver muchos uniformes y no entendía nada”, relató al diario colombiano.

En un momento la apartaron del grupo y el panorama se torno diferente, asustada por la situación les ofreció todo el dinero que tenía pero los hombres se negaron, hasta que el que parecía ser el de mayor cargo le dijo que su libertad “estaba en su manos”. Ante las insinuaciones la mujer se negó por completo y la dejaron en un calabozo por tres días sin acceso a alimentos y sin poder ir al baño.

“Tenía mucho miedo, pensaba que en cualquier momento podían violarme y hasta matarme. Miraba hacia un lago (el de Maracaibo) que estaba detrás de la cerceleta y se me venía a la mente la posibilidad de lanzarme allí”, relató la mujer.

Pero en medio de la situación, un guarda le ayudó a ella y otras dos personas que estaban retenidas sin aparente causa y se pudieron comunicar con sus conocidos. Pasado unos días llegó al lugar un abogado que la representó y descubrió que la tenía retenida de forma ilegal por lo que logró su salida.

Ahora la mujer hace un llamado a las autoridades con el fin de que logren ayudar a las personas que pasan por esa situación en la frontera y para que la ayuden pues teme por sus seguridad y la de su hija.

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