El senador estadounidense Marco Rubio critica posible decisión del gobierno Biden de retirar a las FARC del listado de terroristas

Este año se conmemora el quinto aniversario de la firma del acuerdo de paz en Colombia, aquel documento que dio por terminado el conflicto armado que se sostenía entre la desaparecida guerrilla de las FARC y el Gobierno Nacional. Paralelo a la llegada de esta fecha, se conoció acerca de las intenciones que tendría la administración del presidente estadounidense, Joe Biden, para eliminar a esa guerrilla del listado que lo clasifica como terroristas. Marco Rubio, senador estadounidense republicano, criticó la puesta en marcha de aquella ideal.

Fue bajo la administración de Juan Manuel Santos que se pactó el trato de desarme, y de cese al fuego, a cambio de beneficios como, por ejemplo, la participación en la política del país por parte de los ahora desmovilizados, y el sometimiento a organismos transicionales como la JEP (Justicia Especial para la Paz). El hecho fue celebrado por diferentes organismos y gobiernos del mundo que vieron en aquel momento histórico un nuevo inicio para Colombia, tras años de violencia y miles de víctimas.

En esto último, precisamente, basó sus argumentos Rubio para asegurar que iniciativa de quitar el nombre de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia de la lista de organizaciones terroristas es un error. “Colombia ha soportado décadas de dolor y sufrimiento a manos de los atroces ataques terroristas encabezados por las FARC”, señaló el senador en un comunicado en el que, además. convoca el agendamiento de audiencias para discutir la decisión, a fondo. Su colega, el también senador republicano, Jim Risch, calificó la decisión de la administración Biden como “un regalo para el régimen criminal de Nicolás Maduro en Venezuela”.

Para el republicano, eliminar el nombre de la lista hace que se corra el riesgo de “incentivar a los narcoterroristas y los regímenes que los patrocinan en toda nuestra región”. Las audiencias, entonces, y según él, servirían para examinar lo que significa hacer esa medida efectiva para la estabilidad del hemisferio, “así como los intereses de seguridad de EE.UU. y de Colombia”. Rubio es el miembro de más alto rango del Subcomité sobre Hemisferio Occidental, Crimen Transnacional, Seguridad Civil, Democracia, DDHH y Asuntos Globales de la Mujer del Congreso.

Maria Elvira Salazar, otra representante Republicana, se unió a las opiniones de Rubio y Risch y comentó que se trataba de ‘una bofetada’ para los colombianos. “¿Cómo es posible que el Departamento de Estado haya decidido sacar a las FARC, que lleva más de 60 años destruyendo, matando, secuestrando, violando, siendo narcotraficantes, terroristas? Esto es darle una medalla de honor a estos bandidos”, cuestionó y agregó que esto, “lo único que hace es complicar la situación dentro de Colombia y hacer que Gustavo Petro, que es Marxista, socialista, también ladrón, terrorista, gane la presidencia de Colombia”.

De acuerdo con la explicación otorgada por el portal de noticias de NTN24, los grupos criminales que se encuentran en la lista que los califica de terroristas (FTO - Organización Terrorista Extranjera) tienen algunas prohibiciones y condiciones.

Entre la normativa se encuentran reglas que, por ejemplo, prohíbe que una persona en los Estados Unidos proporcione “apoyo material o recursos” a una FTO, con eso se refiere a que no pueden ofrecerle a personas que hagan parte de esa lista bienes y servicios como dinero, alojamiento, capacitación, asesoramiento, entre otras cosas. Para salir de esa lista, es necesario que el secretario de Estado encuentre que “las circunstancias que fueron la base de la designación cambiaron de tal manera que justificaron una revocación”.

“El solo hecho de estar en las listas implicaba que las entidades de cooperación estadounidenses no podían, por ejemplo, invertir en la reincorporación de excombatientes. Es un paso significativo y va a ayudar a la implementación del acuerdo de paz”, comentó para ese informativo Diego Martínez, negociador para la creación de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP).

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