Justo cuando el padre Jesús Emel González se disponía a realizar la consagración en la misa de 7:00 del pasado sábado en la parroquia de Santa Bárbara del municipio de Ábrego, en Norte de Santander, empezó la música de un evento cultural convocado por una academia de baile, en el parque principal Guillermo Quintero Calderón, al frente de la iglesia. El cruce de horarios y de eventos generó una discusión entre el sacerdote y los bailarines que terminó en un acto de reconciliación comunitario.
“No hay duda que movido por un gran dolor sacerdotal, habida cuenta que en el momento propio de la consagración, 7:30 de la noche, irrumpió una gran música fuerte y en ese mismo momento debimos cerrar las puertas del templo para que esta música no terminara afectando el desarrollo de dicha celebración”, aseguró el sacerdote por medio de un video en el que ofreció disculpas a la comunidad.
El párroco se disculpó, porque tras cerrar las puertas del templo, pronunció un fuerte discurso en contra de los bailarines. “Es una falta de respeto, una parranda de desgraciados, porque desgraciado es el que ha perdido la gracia de Dios, y que no valora ni respeta la eucaristía”, se le escuchó decir al padre González y agregó: “Y todos los que están en el parque han perdido la gracia de Dios, no respetan el sagrado sacrificio eucarístico, deberían esperar al menos a que termináramos la celebración de la eucaristía”.
Pero la diatriba no terminó allí y el sacerdote maldijo a los participantes del evento artístico. “A los organizadores una maldición y que ellos mismos y que la misma vida les entregue a ellos el daño que le están haciendo al pueblo”, dijo González.
Tras la protesta de la comunidad, el párroco reconoció que se trataba de un evento artístico con padres, niños y niñas, frente al cual no actuó de manera correcta, por lo que pidió perdón y reflexionó sobre lo ocurrido.
“Como sacerdote, con mis palabras y mis actitudes yo debo edificar, construir y quiero pedir perdón porque en mi actuar como sacerdote debo bendecir. Debo buscar la manera de ganar las almas y las vidas para cristo. De pronto mi actuar no fue de la mejor manera, sino por el contrario ha llevado a que muchas personas sientan un gran dolor por las palabras proferidas, por ello les pido perdón”, manifestó el padre.
Charlott Academia de Baile Ábrego, la organización que realizó el evento en el parque, al que denominó “Noche de Talentos Charlott”, también ofreció disculpas a la comunidad católica que se encontraba en la eucaristía y se vieron afectados por la música. Uno de los organizadores aseguró que se sintió muy ofendido por las palabras del padre al ser también fiel católico, pero aceptaba sus disculpas, porque era un error de parte y parte.
Los organizadores manifestaron que realizaron el evento “inocentemente” y su intención no era interrumpir la eucaristía, ni generar molestia en el padre. Trataron de solucionar la situación personalmente, pero no fue posible, por lo que aceptaron la eucaristía de desagravio que convocó el padre González.
Los instructores de baile convocaron a la comunidad a asistir con ánimo de reconciliación, con una vela y dejando atrás los odios. El sacerdote, por su parte, ofreció la lamentación propia al sacramento y entregar nuevamente la bendición a las personas que con sus palabras fueron malditas.
La eucaristía se cumplió a las 7:00 de la noche de este 22 de noviembre, cuando la parroquia celebró la fiesta de Santa Cecilia, considerada la patrona de los músicos y filarmónicos. La eucaristía inició con una orquesta en el parque principal en celebración y la reconciliación de los fieles con el párroco y la academia de baile.
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