Lo que piensan los ex negociadores a 5 años del acuerdo de paz

Óscar Naranjo, Sergio Jaramillo y Frank Pearl se han pronunciado públicamente como ex miembros del equipo negociador del Gobierno en la mesa de conversaciones instalada en La Habana, Cuba, tras los primeros cinco años de la suscripción del Acuerdo de Paz que permitió la entrega de armas de la guerrilla de las Farc-EP y el retorno de cerca de 13 mil combatientes a la vida civil.

El balance que hacen los líderes de ese proceso es positivo, aunque cuenta con sombras que consideran necesarias para continuar con la implementación. Cinco años que se traducen en el tiempo de mandato de Comisión de la Verdad, que fue extendido hasta agosto de 2022, y el primer tercio del funcionamiento de la Jurisdicción Especial para la Paz.

Para Sergio Jaramillo, quien lideró junto a Humberto de la Calle la mesa de conversaciones, cinco años son positivos porque es el tiempo en que fracasan el 50% de los acuerdos de paz, por experiencias internacionales, según dijo a Noticias Caracol. En ese tiempo, el Acuerdo en Colombia ha tenido adversidades, pero se mantiene con fuerza, afirma. Una muestra es que según la Agencia para la Reincorporación y la Normalización hay 12.925 personas firmes en proceso de reincorporación.

Jaramillo rescata el impulso que ha dado el Gobierno de Iván Duque, pese a haber sido opositor de los Acuerdos, a los Planes de Desarrollo con Enfoque Territorial que contempló el punto 1 del texto. Sin embargo, considera que falta integración con las instituciones, acelerar la ejecución y aprobar 7 que hacen falta.

El gran lunar de la implementación para Jaramillo, según dijo a Noticias Caracol, es la política de seguridad que fracasó y ha puesto en riesgo el Acuerdo en departamentos como Cauca y Nariño. Asegura que aunque los homicidios se estabilizaron, se han focalizado en algunos municipios y se han multiplicado las masacres. Propone una nueva forma de enfrentar las rentas criminales que se disputan los otros grupos armados.

Óscar Naranjo, en entrevista con el diario El Espectador, manifestó que la solución al problema de seguridad debe verse desde una implementación integral de Acuerdo de Paz. “Pensar que los niveles de violencia que hay en algunos territorios se superan simplemente con policías y soldados es dejarlos a ellos en solitario frente a una tarea que implica una integralidad del Estado y de la propia sociedad”, dijo a ese medio.

En ese sentido, considera que la solución debe partir de la dimensión política, desde un acuerdo en los territorios para desmantelar la violencia en el ejercicio de la política que se convierte en la guía de las instituciones, las fuerzas militares y las comunidades, como está contemplado en el texto firmado.

El ex vicepresidente resaltó la persistencia de la mayoría de las personas que firmaron el Acuerdo, pese a las dificultades que han presentado en su retorno a la vida civil, así como el reconocimiento del Gobierno a la JEP con la firma del acuerdo con la Corte Penal Internacional que reconoce su capacidad.

Para Naranjo, la sombra de la implementación, cinco años después de la firma, es que no se logró la reconciliación y la unidad nacional alrededor del texto, una oportunidad que para él ya perdió su tiempo. Aunque siente un apoyo mayoritario de la sociedad.

Frank Pearl, por su parte, ha sido uno de los más críticos sobre el avance de los acuerdos en los primeros 5 años de su implementación. Durante un foro de conmemoración en la Universidad Militar, de acuerdo con el diario El Nuevo Siglo, señaló incumplimientos tanto por parte de los excombatientes como del Gobierno.

“Las Farc no han reconocido el reclutamiento forzado, y así como no han reconocido el reclutamiento forzado tienen una narrativa que pretende justificar los delitos que cometieron”, señaló el ex negociador, a lo que agregó que “tras la firma de un Acuerdo suscrito de buena fe, los avances de verdad por parte de los reincorporados son insuficientes”.

Además, cuestionó a la Fiscalía General de la Nación por el papel que debió cumplir para entregar los bienes que entregaron las Farc para la reparación de las víctimas, que según dijo, “se han ido en corrupción, contratación y amiguismos”.

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