EPM y contratistas de obras principales de Hidroituango avanzan en prórroga de contrato

La extensión será de ocho meses con el fin de garantizar el cumplimiento del cronograma de la obra que alcanzó el 85% de ejecución

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Foto de archivo. Trabajadores en un área de construcción en la central hidroeléctrica de Hidroituango, en Ituango, Colombia, 5 de abril, 2019. REUTERS / Luisa González
Foto de archivo. Trabajadores en un área de construcción en la central hidroeléctrica de Hidroituango, en Ituango, Colombia, 5 de abril, 2019. REUTERS / Luisa González

Con miras a asegurar la continuidad del megaproyecto así como garantizar la seguridad energética del país para 2022, Empresas Públicas de Medellín (EPM) confirmó que mantiene conversaciones con los principales contratistas de Hidroituango para prorrogar el contrato cuya fecha de caducidad es el próximo 31 de diciembre.

El anuncio de EPM busca sentar las bases de una operación que mantenga el ritmo operativo en la obra, que alcanzó el 85% en octubre de 2021. Lo anterior luego de ser aprobadas vigencias futuras para la obra por parte la junta directiva de la empresa con el fin de asegurar un blindaje financiero en caso de una contingencia como la que se presentaría de no contar con una prórroga de dicho contrato.

“EPM trabaja con todos sus recursos para poner en operación las dos primeras unidades de generación de energía, de las ocho que tendrá la Hidroeléctrica, en el segundo semestre de 2022. La Empresa reitera su compromiso con el país, su desarrollo y el bienestar de los colombianos”, declaró EPM en un comunicado luego de revelar los avances en las negociaciones con CCC Hidroituango, principal contratista de la obra.

El anuncio fue ambientado por el alcalde de Medellín, Daniel Quintero, quien aseguró que la prórroga del contrato entre EPM y el consorcio CCC Ituango tendrá una duración de ocho meses; afirmó que dicha ampliación tendrá vigencia hasta cuando inicien funcionamiento de dos de las ocho unidades de generación.

La importancia de Hidroituango para el desarrollo energético del país consiste en la generación de 2.400 megavatios a través de ocho unidades de 300 MW cada una, lo cual significará un aporte del 17% de la demanda de energía de Colombia.

Para el vicepresidente de Proyectos de Energía de EPM, William Giraldo, el cronograma de la obra es un indicador de que la obra cumplirá con la entrega de las dos primeras unidades antes de concluir el segundo semestre de 2022: “El avance del proyecto está en 85.8 %, y esperamos que el primer generador de energía este listo para julio del próximo año, mientras que el segundo estaría en septiembre u octubre de 2022″.

Archivo: panorámica de Hidroituango, cuyas partes interesadas avanzan en prórroga de contrato
Archivo: panorámica de Hidroituango, cuyas partes interesadas avanzan en prórroga de contrato

Esos sistemas, que corresponden a las unidades 1 y 2 del proyecto, el ejecutivo aseguró que se espera la entrada en operación de las 3 y 4 para 2023, mientras que las 5, 6 y 7 harían lo propio en 2024. La última, la 8, entraría a funcionar hasta 2025.

Al concentrarse en las que serán las aperturas más inmediatas, Giraldo explicó que los avances más significativos tienen que ver con “los alcanzados hasta ahora en la casa de máquinas y específicamente para emprender las tareas del montaje de las unidades 1 y 2, luego de la contingencia de abril de 2018 y de tener bajo el agua durante cerca de nueve meses el complejo de cavernas y todas las obras subterráneas”.

Lo que sigue, agregó, es la la instalación de los cables de potencia y el blindaje de los pozos de presión verticales de las turbinas que entrarían a funcionar el próximo año. A esto se le suma, también, la llegada y montaje de 12 transformadores de potencia que todavía no se encuentran en la casa de máquinas.

Este escenario tendría dos escollos por superar: el primero la resolución 820 impuesta sobre el proyecto por la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (Anla) en junio de 2018. Se trata del documento que suspendió las actividades de construcción regular luego de que la hidroeléctrica se inundara por fallas estructurales un par de meses antes.

El segundo, la prórroga del contrato con los contratistas de la obra, que ha sido polémica en cuanto a que han intervenido distintos actores, entre ellos la presidencia de la República, en busca de contener una presunta crisis que, de darse, afectaría la entrega de la obra en los tiempos planteados.

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